No le dejaron PROPINA a una moza porque les pidió que se pongan el TAPABOCA, pero tuvo REVANCHA

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La mesera de un local bailable estadounidense solicitó a sus clientes que se pusieran la mascarilla, y ellos, por venganza, no dejándole nada de propina.








En octubre, Jamie Ledwith, moza del pub John Henry's, de la localidad de Ardmore, en Pensilvania, Estados Unidos, les pidió a unos clientes que se colocaran el tapabocas al transitar por el lugar. Pero resulta que, cuando fue a recoger la cuenta de esa mesa, en el lugar donde debía ir el monto de la propina ellos habían escrito, a modo de burla contra la empleada, la palabra "mask"("tapabocas").




Pero la cosa no quedó ahí. La dueña del pub, sorprendida y enojada con esta actitud, difundió en redes sociales la descortesía escrita en el ticket y Ledwith fue recompensada por otras personas, tanto en redes sociales como en la vida real.

"Cuando estos clientes entraron, caminaron por la barra sin el tapabocas puesto-algo que es obligatorio dentro del local-. Así que les pedí cortésmente que se lo pusieran al menos hasta que se sienten en alguna de las mesas", contó Ledwith al medio estadounidense ABC6.

La joven se mostró "muy sorprendida" cuando, al recoger el ticket de estos clientes observó que en el apartado donde se debe escribir el monto de la propina que dejan los clientes -en Estados Unidos es de un 20% de la cuenta-, ellos habían escrito la palabra "Mask".

Ledwith le contó lo que había sucedido a Kathy Kearney, la dueña del pub, y ella, indignada, subió la foto de la cuenta a las redes sociales. "Cuando el personal le pide cortésmente a un cliente que use un tapabocas hasta que se siente, así es como se le falta el respeto. Totalmente inaceptable. ¡Usted debe sentirse avergonzado de su actitud!", escribió la mujer en Facebook, junto a la imagen del recibo.

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10220474265065037&set=a.2363485604942&type=3

 

Esto ocurrió el 4 de octubre pasado, y, a partir de allí, la joven camarera comenzó a recibir todo tipo de muestras de solidaridad a través de las redes y también, algo de dinero para compensar el mal trago vivido.




"Alguien me dejó una tarjeta debajo de la puerta con un poco de dinero y con la firma de sus pequeños hijos. Fue algo muy dulce", comentó Ledwith al citado medio estadounidense.

También contó que otra persona había pasado por el pub en bicicleta, y le había dado algo de dinero. En realidad, más que el dinero en sí -la propina hubiera sido menor a cinco dólares-, la muchacha tomó esos gestos como una manera de sentirse respaldada ante la mala actitud de esos clientes.

Además, alguien abrió una cuenta en la plataforma GoFundMe para juntar dinero para la empleada del pub con la consigna "Justicia por Jamie Ledwith. Los tapabocas salvan vidas". En dicha cuenta no hubo un éxito rutilante de recaudación, ya que casi en un mes se juntaron 185 dólares, pero lo que cuenta es la buena intención.

Lo cierto es que, más allá de este incidente, tanto Ledwith como su jefa Kearney se encuentran felices de poder reabrir su pub luego de que debió permanecer seis meses cerrado a causa de la pandemia de coronavirus. Es por ello, además de todo, por lo que insisten en el uso del barbijo. No desean volver a cerrar el negocio, que ahora puede atender clientes en la vereda y utilizar el 50% de su capacidad interior.
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