El Gobierno quiere crear un megaministerio de inteligencia

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El Poder Ejecutivo quiere crear un órgano que concentre todas las oficinas de inteligencia de distintos ámbitos. Esta iniciativa contradice a la mayoría de los países desarrollados, pero imita el modelo vigente en Venezuela. 

​ Cristina Kirchner decidió enviar al Congreso el proyecto para crear una Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Arrancó diciendo que iba a disolver la SI y que se trataba de resolver una "deuda de la democracia", pero rápidamente se asustó por las consecuencias inmediatas que sufriría su Gobierno al dejar boyando a centenares de oficiales de inteligencia durante el año electoral.

​En concreto, se pretende crear un megaministerio de Inteligencia, una oficina que concentre todas las oficinas de inteligencia que están en distintos organismos, y se transformen en una sola, que se dedique a combatir el terrorismo internacional, la trata de personas, el narcotráfico, los delitos económicos, y la defensa del orden constitucional.

​En otras partes del mundo civilizado, justamente para evitar que un poder se coloque por encima de todas las instituciones y tenga facilitada la capacidad para inmiscuirse en la vida privada de las personas, se tiende a separar esas responsabilidades, promoviendo agencias más pequeñas y con objetivos precisos: inteligencia externa por un lado, interna por el otro, narcotráfico en una distinta.

​La excepción, claro, es Venezuela, que en 2010 disolvió la Dirección Nacional de Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) y creó el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), un megaorganismo de inteligencia y contrainteligencia interior y exterior, dependiente del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, cuya sede central está en un temible edificio de 100.000 metros cuadrados conocido como "El Helicoide", con forma de pirámide de tres lados, construido sobre una colina, desde donde se domina la ciudad de Caracas.

​Las funciones del SEBIN son amplias, van desde asesorar al Poder Ejecutivo en la formulación de políticas de seguridad; neutralizar y perseguir al crimen organizado; realizar el seguimiento, evaluación e información de las políticas públicas; planificar y ejecutar actividades que contribuyan a la estabilidad y seguridad de la Nación y desarrollar proyectos y tecnologías de información que "contribuyan a la obtención veraz y oportuna de información de interés para el alto Gobierno", entre tantas.

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