Se José “Pepe” Martí. El hombre tenía 93 años y fue el fundador de la agrupación gaucha “Troperos de Santa Lucía”.
VALERIA, la docente sanjuanina que le ENSEÑA a ESCRIBIR a personas con DISCAPACIDAD
profe de chicos
Por Virginia Martín
Valeria es docente, tiene 43 años y enfrente una patología, angiomas en los huesos. Eso le genera que sus huesos se desgasten y se haya tenido que operar dos veces. Ahora espera su tercera intervención con una prótesis diseñada especialmente para ella. Esto, sin embargo, no la paralizó.
Valeria trabaja como docente en talleres de alfabetización de la dirección de discapacidad. Ella, con pasión, mucha emoción y con la voz quebrada, rompió en llanto y contó que “trabajo congrupos reducidos de alumnos porque los chicos necesitan una atención personalizada. La más joven es una adolescente de 15 años y hay adultas de 30 y 40. Si bien son cursos abiertos para todos, en general son personas con discapacidad las que asisten, la mayoría con retraso madurativo. Antes del taller martes o el jueves, pero les gustó tanto que muchos participan los dos días. En el inicio de año empezamos de cero, es decir comenzamos enseñando las letras, a escribir de a poco y a leer. Mili, por ejemplo, es la estudiante más joven, tiene una mamá que se preocupa mucho por ella, ella va a aprender a escribir principalmente. Cuando empezamos yo le escribía la fecha y ella copiaba. Al principio esto le tomaba, mucho tiempo, pero ahora lo hace rapidísimo. Yo he aprendido a la par de ellos, ya que es mi primera experiencia, se lo agradezco a Dios.
Por su enfermedad que comenzó a los 16 años, Valeria se desempeñó como suplente, pero no pudo ser titular y esta oportunidad de trabajar así es reconfortante. Tanto que llora y agradece a Dios por poder enseñar a estas personas. También aseguró que “la verdad es que, gracias al director de discapacidad, Gastón Díaz, puedo hacer estoy. Para mí el trabajo es lo mejor. Lamentablemente las personas que tenemos alguna discapacidad no tenemos las mismas posibilidades. Yo me movilizo con muletas y me las arreglo, estoy acostumbrada a dar clases así. Para mí lo más lindo es ver el avance en ellos, es una semillita que se riega todos los días y que va creciendo de a poco. Ellos quieren salir adelante. Son responsables, quieren avanzar, salir adelante. Es admirable la voluntad que tienen”.
Valeria es docente, tiene 43 años y enfrente una patología, angiomas en los huesos. Eso le genera que sus huesos se desgasten y se haya tenido que operar dos veces. Ahora espera su tercera intervención con una prótesis diseñada especialmente para ella. Esto, sin embargo, no la paralizó.
Valeria trabaja como docente en talleres de alfabetización de la dirección de discapacidad. Ella, con pasión, mucha emoción y con la voz quebrada, rompió en llanto y contó que “trabajo congrupos reducidos de alumnos porque los chicos necesitan una atención personalizada. La más joven es una adolescente de 15 años y hay adultas de 30 y 40. Si bien son cursos abiertos para todos, en general son personas con discapacidad las que asisten, la mayoría con retraso madurativo. Antes del taller martes o el jueves, pero les gustó tanto que muchos participan los dos días. En el inicio de año empezamos de cero, es decir comenzamos enseñando las letras, a escribir de a poco y a leer. Mili, por ejemplo, es la estudiante más joven, tiene una mamá que se preocupa mucho por ella, ella va a aprender a escribir principalmente. Cuando empezamos yo le escribía la fecha y ella copiaba. Al principio esto le tomaba, mucho tiempo, pero ahora lo hace rapidísimo. Yo he aprendido a la par de ellos, ya que es mi primera experiencia, se lo agradezco a Dios.
Por su enfermedad que comenzó a los 16 años, Valeria se desempeñó como suplente, pero no pudo ser titular y esta oportunidad de trabajar así es reconfortante. Tanto que llora y agradece a Dios por poder enseñar a estas personas. También aseguró que “la verdad es que, gracias al director de discapacidad, Gastón Díaz, puedo hacer estoy. Para mí el trabajo es lo mejor. Lamentablemente las personas que tenemos alguna discapacidad no tenemos las mismas posibilidades. Yo me movilizo con muletas y me las arreglo, estoy acostumbrada a dar clases así. Para mí lo más lindo es ver el avance en ellos, es una semillita que se riega todos los días y que va creciendo de a poco. Ellos quieren salir adelante. Son responsables, quieren avanzar, salir adelante. Es admirable la voluntad que tienen”.
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