Sus vecinos aseguran que, pese a ser de escasos recursos, era muy caritativo. Tenía 69 años.
Empleados de una fábrica trabajan 3.300 horas extra para que un compañero cuide de su hijo enfermo
gratir
El pequeño Julius tenía solo tres años cuando le diagnosticaron leucemia y su tratamiento lo mantuvo en una cama de hospital durante las primeras nueve semanas, según informa Metro.
Estaba a punto de regresar a su casa, en la ciudad de Fronhausen, en el estado de Hesse, en el centro de Alemania, cuando su madre murió de una enfermedad cardíaca. Andreas Graf, de 36 años, tuvo que tomarse todas sus vacaciones anuales como trabajador de ensamblaje en una empresa de diseño en la cercana ciudad de Marburg para estar con su hijo.
Andreas, que luchaba por sobrellevar la enfermedad de su hijo y la muerte de su esposa, temía perder su trabajo hasta que la gerente de Recursos Humanos, Pia Meier, intervino para ayudar.
Meier hizo un llamamiento a los empleados de Andreas para que donaran sus horas extras. Y los 650 trabajadores de la compañía se inscribieron inmediatamente, incluso aquellos que nunca lo habían conocido. Dos semanas después de la petición, habían recaudado un total de 3.264,5 horas, que la compañía le permitió Andreas tomar como vacaciones pagadas. «Sin esta tremenda ayuda, ya me habría quedado sin trabajo», admitió.
Meier dijo que también se sintió abrumada por la respuesta: «No hay una sola persona que no haya donado». Gracias a la generosidad de sus colegas, Andreas pudo tomarse más de un año para cuidar a su hijo. Después de la quimioterapia, Julius, que cumplió cinco años a finales de febrero, ahora se siente lo suficientemente bien como para regresar pronto a la guardería. Graf dice que estará eternamente agradecido con sus colegas y a la compañía.
Estaba a punto de regresar a su casa, en la ciudad de Fronhausen, en el estado de Hesse, en el centro de Alemania, cuando su madre murió de una enfermedad cardíaca. Andreas Graf, de 36 años, tuvo que tomarse todas sus vacaciones anuales como trabajador de ensamblaje en una empresa de diseño en la cercana ciudad de Marburg para estar con su hijo.
Andreas, que luchaba por sobrellevar la enfermedad de su hijo y la muerte de su esposa, temía perder su trabajo hasta que la gerente de Recursos Humanos, Pia Meier, intervino para ayudar.
Meier hizo un llamamiento a los empleados de Andreas para que donaran sus horas extras. Y los 650 trabajadores de la compañía se inscribieron inmediatamente, incluso aquellos que nunca lo habían conocido. Dos semanas después de la petición, habían recaudado un total de 3.264,5 horas, que la compañía le permitió Andreas tomar como vacaciones pagadas. «Sin esta tremenda ayuda, ya me habría quedado sin trabajo», admitió.
Meier dijo que también se sintió abrumada por la respuesta: «No hay una sola persona que no haya donado». Gracias a la generosidad de sus colegas, Andreas pudo tomarse más de un año para cuidar a su hijo. Después de la quimioterapia, Julius, que cumplió cinco años a finales de febrero, ahora se siente lo suficientemente bien como para regresar pronto a la guardería. Graf dice que estará eternamente agradecido con sus colegas y a la compañía.
Lo más visto
Importante despliegue para encontrar a un menor sanjuanino con autismo en la Difunta Correa
Diario Móvil
El chico de 16 años y su tía habían ido pasar el Día del Trabajador en Vallecito, hasta que el adolescente se perdió. Hubo momentos de desesperación. La búsqueda se extendió hasta las frías horas de la madrugada.
El siniestro tuvo lugar en calles Andrade y Saavedra, en el barrio Tulum, Capital.
El arrebato ocurrió en la tarde de este miércoles en la ciudad de Rosario, cuando el sospechoso amenazó de muerte y le sustrajo el teléfono a un adolescente. Al escaparse, se cree que en dirección a su casa, colisionó contra una camioneta y fallec1ó
Se trata del asesinato del hombre de 69 años. Las hipótesis de los investigadores.