
El delincuente terminó atados de pies y manos, llorando y suplicando el parate del vecino. "No robo más", le dijo entre lágrimas. IMÁGENES SENSIBLES.
Sucedió en Rivadavia. El conductor tenía el triple de alcohol en sangre permitido.
Un grave incidente de tránsito ocurrió esta mañana en la localidad de Rivadavia, cuando un agente de policía, que circulaba en motocicleta, fue atropellado por un automovilista que posteriormente se dio a la fuga. El hecho tuvo lugar alrededor de las 11:00 horas en la calle Coll, antes de llegar a la Avenida Libertador.
El uniformado, que se desplazaba de norte a sur por la mencionada calle, fue impactado por detrás por un Chevrolet Corsa gris. Tras el impacto, el conductor del vehículo huyó rápidamente del lugar, dejando al agente herido en el pavimento.
A pesar de los golpes recibidos, el policía, que venía de realizar tareas adicionales, logró dar aviso al 911 y proporcionó una descripción detallada del vehículo involucrado. Gracias a esta información, el personal del Comando Radioeléctrico Oeste pudo montar un operativo de búsqueda y, poco tiempo después, interceptó el automóvil en las cercanías de la localidad de Marquesado.
El conductor del Chevrolet Corsa fue identificado como Gonzalo Ávila, de 30 años. Al ser detenido, se le realizó un test de alcoholemia utilizando una pipeta, arrojando un resultado de 1.69 gramos de alcohol por litro de sangre, muy por encima del límite permitido por la ley. Este nivel de alcohol en sangre confirma que Ávila conducía en estado de ebriedad al momento del accidente.
Afortunadamente, el agente de policía no sufrió heridas graves y no fue necesario su traslado al hospital. Solo presentó golpes leves, por lo que pudo ser atendido en el lugar del incidente. Este episodio destaca no solo el peligro que representa la conducción bajo los efectos del alcohol, sino también la eficacia y rapidez de la respuesta policial ante situaciones de emergencia.
La detención de Gonzalo Ávila por parte del Comando Radioeléctrico Oeste es un ejemplo de la coordinación y rapidez de las fuerzas de seguridad en la región. Este incidente subraya la importancia de las campañas de concientización sobre el consumo responsable de alcohol y la necesidad de reforzar los controles de tránsito para evitar que situaciones como esta se repitan.
En conclusión, este atropello y posterior fuga ponen de manifiesto los riesgos asociados a la conducción imprudente y el estado de ebriedad. La rápida acción de la policía y la cooperación del agente atropellado fueron cruciales para la captura del infractor, resaltando la importancia de la colaboración ciudadana y la vigilancia continua para mantener la seguridad vial en nuestras calles.
El delincuente terminó atados de pies y manos, llorando y suplicando el parate del vecino. "No robo más", le dijo entre lágrimas. IMÁGENES SENSIBLES.
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