Aberrante caso en San Juan: hizo que SU PERRO ABUSE de su propia ESPOSA

El sujeto en cuestión fue condenado a 15 años de prisión efectiva en el Penal de Chimbas.

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Penal de Chimbas
Penal de Chimbas

Un aberrante caso de abuso sexual, violencia de género y hostigamiento se conoció este viernes en San Juan. Fue en el marco del juicio contra R.S.J. (se reserva la identidad para proteger a las víctimas), quien fue encontrado culpable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por resultar un grave daño a la salud mental de la víctima en perjuicio de su esposa y abuso sexual simple, agravado por el vínculo, en perjuicio de su propia hija. Por lo tanto, pasará 15 años en el Penal de Chimbas, tras el fallo unánime del tribunal, compuesto por los jueces Gloria Verónica Chicon (Presidente), Dra. Flavia Allende y Dr. Sergio López Marti.

Al detallar los hechos, trascendieron detalles escalofriantes. Pues, el delincuente le hizo vivir un calvario a su familia, por unos 20 años. Desde que la relación inició, allá por 1994, la víctima sufrió constantes violaciones y hasta golpizas y amenazas. 

Según pudo acreditar la justicia, en el 2018,  mientras la víctima se encontraba en la habitación matrimonial, su pareja la accedió carnalmente, sin su consentimiento. Eso, inclusive, fue presenciado por la hija menor del matrimonio, quien escuchó los gritos desesperados de su madre, desde la otra habitación. Cuando fue a ver qué ocurría, observó a su papá encima de la progenitora, y hasta vio sus partes íntimas.

No fue la única vez. Pues, los abusos fueron reiterados, por varios años, entre el 1994 y 2020. Asimismo, se tuvo en cuenta el contexto de violencia intrafamiliar y de género en el que sucedieron los hechos, que se vio agravado por la ocurrencia de los mismos, la duración y las circunstancias de su realización.

Otro de los actos aberrantes que quedaron probados, ocurrió en octubre del 1994. En ese momento, la víctima estaba cursando el séptimo mes de embarazo y R.S.J la forzó para violarla, nuevamente, sin su consentimiento. El llanto de la víctima hizo que el sujeto la golpeara fuertemente y hasta la amenazó con matarla a ella y a su familia. 

Fueron varios años de calvario y con eventos perturbadores, ya que inclusive, en el 2002, en horas de la noche, cuando la damnificada estaba recostada en su pieza, ingresó el imputado y con el perro que tenía de mascota, de raza Gran Danés. Comenzó a estimularlo, de tal modo que hizo que el can abusara de su esposa, mientras él observaba la escena. 

También abusó de su hija

En cuanto a los abusos simples que le computaron en la condena, fueron contra su propia hija. En el 2021, cuando estaban en la casa de sus abuelos, la pequeña se fue a dormir y fue allí cuando el imputado se acostó a su lado y apoyó sus partes íntimas en la cola de la menor. 

Otro caso tuvo lugar en la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios, donde éste prestaba servicio ocasionalmente como sereno. Una vez allí, aprovechando la oportunidad en que se encontraban solos, la sentó en su falda, más precisamente entre medio de sus piernas, y le apoyó sus genitales, mientras acariciaba las piernas de la niña.

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