Un chofer se bajó del colectivo para ayudarle a cruzar la calle a una pareja de ciegos

"Somos afortunados de contar con todas las condiciones físicas para ayudar al otro", dijo Enrique.

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“Mientras haya trabajo y salud, el resto está todo bien”. Enrique Barrera hace 25 años forma parte de la plantilla de conductores de Empresa del Oeste y desde ayer se volvió viral a partir del hallazgo de una pasajera de la línea 461 en Hurlingham, cuando bajó del colectivo que conducía para ayudar a dos personas ciegas a cruzar la calle.

Al noble gesto, que ameritó cientos de elogios en redes sociales a partir de la publicación de Primer Plano Online, le faltaba un pequeño detalle: conocer a su protagonista. Y finalmente se consiguió a partir de que uno de los hijos del chofer leyó el artículo en el universo cibernético y no tardó un segundo en comunicárselo al padre. “Papá, saliste en una nota”, le contó por teléfono. La familia rápidamente se revolucionó.

Según contó en la charla con el medio Primer Plano, él no se enteró que había sido filmado y mucho menos que la breve historia fue contada en un medio de comunicación. Y continuó la reflexión que hizo cuando se sentó nuevamente al volante para seguir con su recorrido. “A veces nos sumergimos en problemas que son ínfimos, y hay gente que realmente tiene cosas para lamentar. Son temas reales y permanentes y hay que poner en la balanza lo que tenemos”, se sinceró.

https://youtu.be/igHuf9pyHNg

Barrera indicó que no existe un protocolo para intervenir frente a situaciones así y que la responsabilidad central de los colectiveros es el traslado de personas a destino siguiendo un recorrido. “Me salió hacer eso de forma natural. Somos afortunados de contar con todas las condiciones físicas para ayudar al otro. Es verdad que no tenemos que bajarnos del colectivo, pero tenemos que medir las circunstancias y si es por un bien mayor hay que hacerlo”, describió. A diario Enrique recorre las calles del conurbano con el colectivo de Empresa del Oeste. Cuando fue filmado estaba al frente del interno 186 de la línea 461 durante el turno mañana. Frenó en la parada de las calles De la Tradición y Granada, en Hurlingham, y bajó del rodado para acompañar a dos personas ciegas a que crucen la esquina a salvo. Una vez que cumplió esa misión se subió y continuó el viaje ante la mirada de gratitud del resto del pasaje.