Carlos Fayt no va a dejar la Corte

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Graciela Fayt, hija del reconocido juez de la Corte Suprema, destacó "la brillantez" actual de su padre ante la presión del Gobierno para que deje el Máximo Tribunal. "No está postrado, de ninguna manera", aclaró. ¿Por qué la presión del Gobierno?




 



Graciela Fayt, hija del juez de la Corte Suprema Carlos Fayt, ahondó en el estado de salud de su padre y destacó el buen presente que atraviesa ante la presión del Gobierno para que deje el máximo tribunal. "Está vivo y trabajando, su lucidez no puede ser puesta en duda", dijo la mujer en declaraciones a Radio Vorterix.

La hija del magistrado subrayó "la brillantez" actual de su padre y la de su trayectoria, y aclaró que "no está postrado, de ninguna manera" frente a los rumores que señalan un agravamiento en el estado de salud del reconocido jurista. "Está ejerciendo sus funciones, y merece todo el respeto de un ministro que ha sido un paradigma de decencia", aseguró.

Con el objetivo de lograr una nueva vacante en la Corte, el Gobierno redobló en las últimas horas la presión sobre el juez Fayt. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, puso en duda la idoneidad de Fayt, de 97 años, para seguir en el cargo y lo desafió a enfrentar a la prensa para demostrar cuál es su estado de salud mental. "Saliendo de su casa y hablando como solía hacerlo despejaríamos esa duda de cómo está su salud física y mental, y todos estaríamos contentos y tranquilos", dijo ayer el verborrágico funcionario al ingresar en la Casa Rosada.

La embestida de la Casa Rosada se completó con el pedido de la diputada kirchnerista María del Carmen Bianchi para que la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados avance en una investigación sobre la situación de Fayt. La jefa de bloque del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio, reconoció ayer que pedirán medidas de prueba para saber si el juez puede seguir ejerciendo su cargo en el máximo tribunal.

El ataque del kirchnerismo contra Fayt generó la reacción de la oposición.


Aníbal Fernández


¿Por qué la presión oficialista?

En una nueva escalada del conflicto entre el Gobierno y la Corte Suprema, el kirchnerismo volvió a redoblar ayer la presión sobre el juez Carlos Fayt, lo que motivó una dura reacción de la oposición.

El mensaje más fuerte lo dio el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien desafió al magistrado, de 97 años, a salir de su casa y enfrentar a la prensa para demostrar cuál es el verdadero estado de su salud mental.

El Gobierno sostiene que Fayt sufre un deterioro cognitivo que le impide seguir ejerciendo su cargo. Aníbal Fernández insiste en este tema desde el año pasado, antes de asumir como jefe de Gabinete. Pero la presión se hizo generalizada luego de que se conociera que, con ocho meses de anticipación, la Corte había decidido reelegir en la presidencia del cuerpo a Ricardo Lorenzetti, para el período 2016-2019.

Esa resolución quedó plasmada en una acordada en la que se afirma que Fayt participó del acuerdo, llevado a cabo en la sala de audiencias del tribunal. Pero ese dato quedó bajo sospecha: el periodista de Página 12 Horacio Verbitsky sostuvo que el juez firmó el documento en su casa y que, por el deterioro de su salud mental, no reconoció a uno de los funcionarios que le alcanzaron la acordada.

La presión se complementó ayer con el respaldo del oficialismo en la Cámara de Diputados a la posibilidad de que la Comisión de Juicio Político avance en la realización de medidas de prueba con el objetivo de determinar si Fayt perdió la idoneidad para desempeñar su cargo. La jefa del bloque del Frente para la Victoria (FPV), Juliana Di Tullio, y el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, coincidieron en que, de comprobarse el deterioro cognitivo del magistrado, podría constituirse un caso de mal desempeño.

Por ahora, sin embargo, la comisión no dispuso ninguna medida. Ni siquiera se convocó a una nueva reunión, tras el encuentro de anteayer, en el que el kirchnerismo puso como presidenta del cuerpo a Anabel Fernández Sagasti, la nueva espada jurídica de La Cámpora en el Congreso.

Pese a la presión creciente, Fayt no se mostró en público. Sólo comunicó, por medio de su abogado, que no piensa alejarse de su cargo. "Me dijo que hay una campaña en su contra, que hay un embate del Poder Ejecutivo y que siente que a algunos les molesta su presencia en la Corte desde hace tiempo, pero que va a «aguantar los embates y resistir en el cargo»", contó Jorge Rizzo, defensor de Fayt y ex presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal. Detalló que había hablado por teléfono con el magistrado y que lo había notado "de muy buen ánimo".

A la ofensiva del kirchnerismo le correspondió una dura reacción de la oposición. Por iniciativa de Mario Negri, presidente del bloque radical, las principales bancadas opositoras de la Cámara de Diputados emitieron un documento conjunto. Ahí expresaron su "más enérgico repudio" y su "decisión inquebrantable" de no permitir "el asalto final a la magistratura". Por fuera de esos carriles formales y, como acostumbra, Elisa Carrió defendió a Fayt y elevó el tono de la confrontación. "Éste es un trato inhumano y cruel. Decir senil, que está inhabilitado, cuando están tantos delincuentes en el poder y tantas personas drogadas en el poder... He visto un jefe de Gabinete duro por la cocaína", lanzó, en declaraciones a Radio Mitre. No dio nombres.


Cámara Diputados


En la Cámara de Diputados la discusión giró en torno a los próximos pasos de la Comisión de Juicio Político. "La inasistencia reiterada de Fayt significa una actitud de mal desempeño en la función", sostuvo Domínguez, quien, sin embargo, aclaró que por el momento sólo se procura abrir una investigación. En la misma línea, Di Tullio afirmó: "No es un pedido de juicio político, sino medidas previas: ver su estado de salud exacto que avale idoneidad. Es un tema de cuidado de los derechos de todos los argentinos y argentinas".

Desde Pro, la diputada Laura Alonso advirtió que la comisión no tiene facultades para avanzar en una investigación preliminar porque no existe un pedido de juicio político. El oficialismo sostiene, en cambio, que hay un planteo de Aníbal Fernández para verificar el estado de salud del juez y que el reglamento de la comisión contempla la posibilidad de disponer una investigación preliminar. En ese caso, el pedido de examen de salud se le haría directamente al magistrado. Por el momento, de todos modos, la comisión no avanzó en ese sentido. La disputa, por ahora, se despliega en terreno mediático.

 

Fuente: La Nación.-
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