Delgado pidió no "discriminar" al supuesto abusador
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Luego de salir a la luz el caso de los niños “abusados” en una capilla en Rawson, el abuelo contó a los medios cómo fueron los sucesos. Luego, Monseñor Alfonso Delgado, Arzobispo de la Provincia, expresó su opinión al respecto enfatizando en la “discapacidad” del abusador. Además, aseguró que esta tarde se reunirá con las familias de los niños.
El sábado cuando los dos niños de 9 años (primos) llegaron a Catequesis, como lo hacían habitualmente, se encontraron con que no había clases. El supuesto abusador, monaguillo algunas veces en la misa, conocido por la comunidad y con alguna supuesta discapacidad, los habría recibido y pedido que pasen al templo. Una vez allí, les habría indicado que fueran al baño ocurriendo en allí una situación que se detalla terrible.
¿Qué piensa la máxima autoridad de la Iglesia en nuestra Provincia? Si bien logramos llegar a una instancia, medio pasito más adelante, en la que la Iglesia al menos no puede obviar estos asuntos y debe expresarse, aún hay vestigios de un conservadurismo arcaico en el discurso eclesiástico.
Alfonso Delgado resaltó un par de cosas en sus primeras palabras: que el abusador tendría una discapacidad y que es fundamental no entrar al terreno de la discriminación a personas con discapacidad. Admitió que ayudaba en la misa hace mucho tiempo y en las actividades de la Iglesia con tareas menores o sencillas.
“Como toda persona con discapacidad, no se las discrimina, se las trata bien y si quieren colaborar en algo se les permite hacer algo a la altura de sus circunstancias. Gracias a Dios estamos integrando a estas personas”, expresó el Arzobispo y aseguró que se reunirá con la familia de estos niños que están “conmocionados”, al igual que “el párroco, los niños, la comunidad y yo”.
“Les puedo asegurar que la comunidad cristiana está muy abierta a todos, y se tienen estos cuidados. Estos casos que gracias a Dios salen a la superficie. Hace algunos años estas cosas se tapaban mucho. Incluso en los medios. Dios quiera que sea para alertarnos y no para rodearnos en cosas tristes. El párroco me llamó casi llorando”.
Las expresiones de Monseñor fueron coherentes pero algo enfáticas respecto de la discapacidad. Reiteró varias veces que es necesario tener “respeto por esa persona con cualidades especiales” y es importante no discriminar a nadie “porque estaríamos cometiendo una injusticia mayor que la ocurrida”.
Aunque según Delgado la Iglesia posee un protocolo para casos de abuso, para prevenir y para actuar luego de, “no se le realiza una examen psicológico a cada persona que entra a la Iglesia”. Pero ¿Cómo puede ser que ningún adulto responsable haya recibido a los niños ese día?
“Hay que hablar con la comunidad, con los padres. Sugerir algún paso más. Toda la comunidad esté muy atenta. Además, no hay que confundir los roles. Este muchacho no era catequista ni tenía posibilidades de serlo. Era monaguillo algunas veces. Lo conocen todos”, expresó firmemente Monseñor, para no dejar lugar a duda.
“Es una luz roja, diremos junto a la comunidad qué conviene cuidar. Pero aclaro, sin discriminar nosotros ni nadie porque es el gran riesgo que corremos todos. El desafío es qué paso se puede hacer sin discriminar”, concluyó Alfonso Delgado.
El sábado cuando los dos niños de 9 años (primos) llegaron a Catequesis, como lo hacían habitualmente, se encontraron con que no había clases. El supuesto abusador, monaguillo algunas veces en la misa, conocido por la comunidad y con alguna supuesta discapacidad, los habría recibido y pedido que pasen al templo. Una vez allí, les habría indicado que fueran al baño ocurriendo en allí una situación que se detalla terrible.
¿Qué piensa la máxima autoridad de la Iglesia en nuestra Provincia? Si bien logramos llegar a una instancia, medio pasito más adelante, en la que la Iglesia al menos no puede obviar estos asuntos y debe expresarse, aún hay vestigios de un conservadurismo arcaico en el discurso eclesiástico.
Alfonso Delgado resaltó un par de cosas en sus primeras palabras: que el abusador tendría una discapacidad y que es fundamental no entrar al terreno de la discriminación a personas con discapacidad. Admitió que ayudaba en la misa hace mucho tiempo y en las actividades de la Iglesia con tareas menores o sencillas.
“Como toda persona con discapacidad, no se las discrimina, se las trata bien y si quieren colaborar en algo se les permite hacer algo a la altura de sus circunstancias. Gracias a Dios estamos integrando a estas personas”, expresó el Arzobispo y aseguró que se reunirá con la familia de estos niños que están “conmocionados”, al igual que “el párroco, los niños, la comunidad y yo”.
“Les puedo asegurar que la comunidad cristiana está muy abierta a todos, y se tienen estos cuidados. Estos casos que gracias a Dios salen a la superficie. Hace algunos años estas cosas se tapaban mucho. Incluso en los medios. Dios quiera que sea para alertarnos y no para rodearnos en cosas tristes. El párroco me llamó casi llorando”.
Las expresiones de Monseñor fueron coherentes pero algo enfáticas respecto de la discapacidad. Reiteró varias veces que es necesario tener “respeto por esa persona con cualidades especiales” y es importante no discriminar a nadie “porque estaríamos cometiendo una injusticia mayor que la ocurrida”.
Aunque según Delgado la Iglesia posee un protocolo para casos de abuso, para prevenir y para actuar luego de, “no se le realiza una examen psicológico a cada persona que entra a la Iglesia”. Pero ¿Cómo puede ser que ningún adulto responsable haya recibido a los niños ese día?
“Hay que hablar con la comunidad, con los padres. Sugerir algún paso más. Toda la comunidad esté muy atenta. Además, no hay que confundir los roles. Este muchacho no era catequista ni tenía posibilidades de serlo. Era monaguillo algunas veces. Lo conocen todos”, expresó firmemente Monseñor, para no dejar lugar a duda.
“Es una luz roja, diremos junto a la comunidad qué conviene cuidar. Pero aclaro, sin discriminar nosotros ni nadie porque es el gran riesgo que corremos todos. El desafío es qué paso se puede hacer sin discriminar”, concluyó Alfonso Delgado.
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