Cesárea: ¿negocio o practicidad?

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la cesárea se volvió una "epidemia" y que se realizan intervenciones en casos en que no son "médicamente necesarias". Especialistas analizaron el fenómeno.




"Las operaciones cesáreas sólo deben ser practicadas cuando son médicamente necesarias" advirtío la OMS.

La pregunta es casi obligada cuando vemos una embarazada: "¿Vas a tener parto natural o cesárea?".

Lo cierto es que, salvo que la mujer no quiera tener un parto o alguna causa médica así lo indique, la cesárea debería ser la última opción. Pero eso no ocurre. Y cada vez más la intervención quirúrgica (porque una cesárea eso es) es la primera alternativa cuando el embarazo llega a su fin.

Sobre este fenómeno puso el ojo nada más y nada menos que la Organización Mundial de la Salud (OMS), que por primera vez alertó de que "las operaciones cesáreas sólo deben ser practicadas cuando son médicamente necesarias" y deploró "la epidemia de cesáreas" que afecta a casi todo el mundo, según reseñó la agencia de noticias AFP.

"En muchos países en desarrollo y desarrollados hay realmente una epidemia de cesáreas aun en los casos en los que no son médicamente necesarias", indicó la doctora Marleen Temmerman, directora del departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS.

En muchos casos, esta "epidemia" se explica principalmente por un deseo de los médicos de simplificarse la vida: las cesáreas pueden programarse, recordó la doctora, al publicarse las nuevas recomendaciones de la OMS.

Pero "las cesáreas sólo deberían ser practicadas cuando son médicamente necesarias", afirma el organismo de la ONU en el documento.

Es la primera vez que la Organización recomienda claramente que el recurso de la cesárea debe limitarse a las razones médicas.

La frase no deja de llamar la atención. "Un deseo de los médicos de simplificarse la vida". También en más de una oportunidad se oye decir que "los médicos programan cesáreas para ganar más dinero". ¿Un médico opera a una mujer para simplificarse la vida y ganar más dinero? ¿Cuánto de cierto hay en estas afirmaciones?

Infobae habló con el doctor Sergio Pasqualini (MN39914), director científico de Halitus Instituto Médico y presidente de Fundación REPRO, quien aseguró que "lo fisiológico y lo natural es un parto", pero reconoció que "hoy en día con más rapidez y facilidad se indica cesárea y las mujeres también la piden".

"Las cosas cambiaron, la edad de consulta por embarazo es cada vez mayor y muchas veces nos vemos con más necesidad de programar una cesárea", destacó el especialista, quien no ignoró la realidad económica como factor determinante en muchos casos: "Hace muchos años el parto representaba un ingreso significativo de dinero para un médico, cosa que hoy no ocurre, y muchos especialistas optan por programar cesáreas para hacer más nacimientos", dijo Pasqualini.

Esta necesidad de dinero explica otra de las causas señaladas como determinante de cesárea. "La relación médico-paciente también cambió mucho. La situación ideal sería un vínculo más cercano y llegar al momento del nacimiento con tiempo para esperar que el trabajo de parto evolucione naturalmente; así habría menos cesáreas", admitió el especialista.

En el mismo sentido opinó el doctor Diego Halle, obstetra y director de Comparto (MN 85845), para quien "el sistema médico en la Argentina no ayuda porque se trabaja con poco tiempo, lo que genera que la mayoría de los médicos del sector privado necesiten un volumen de trabajo determinado para que los números le cierren a fin de mes. Y cuando necesitás trabajar mucho, el tiempo apremia".

Halle agregó otro determinante a la hora de decidir la intervención: "Otro factor es el aumento de causas por mala praxis en especialidades como la obstetricia, en la que se dan situaciones donde la paciente llega sana y ante cualquier complicación hoy aparecen los juicios. Hoy el médico está más atento a eso y se cubre. Y en muchos casos en la semana 40 terminan el embarazo por miedo de que pase algo".

"El miedo va de la mano con el poco vínculo que hay con las pacientes", reconoció Halle. Y, otra vez, para generar vínculo hace falta tiempo. "El sistema termina perjudicando todo esto", sentenció.

Y sobre el mito popular que indica que el médico programa cesárea para ganar más dinero, aclaró: "El médico gana lo mismo en un parto que en una cesárea. Lo que gana operando es tiempo".

Saber más, ¿suma o resta?


"Hoy, además, aumentaron las indicaciones de cesáreas porque hay mejores métodos de diagnóstico y por prevención se hacen más que antes", destacó Halle, quien enfatizó: "La cesárea está bien cuando no hay otro recurso, o cuando la mujer no quiere un parto natural".

Y ejemplificó: "Con los doppler arterial se mejoró la ecografía y hoy en día podemos ver cómo se está alimentado el bebé en la panza y aparecen índices de probabilidades de retraso en el crecimiento, o bien hipertensión de la madre".

"Ya en el primer trimestre un screening genético nos da un panorama de todo lo que puede ocurrir con el bebé, así como también marca probabilidades de preeclampsia", explicó Halle, para quien "a veces la información se usa de manera perjudicial".

Hace 30 o 40 años, una mujer embarazada se regía por los consejos y sabiduría de su madre o pares en la misma situación. Hoy al boca a boca se le suma internet, una herramienta que no siempre ayuda en las situaciones de incertidumbre o temor que puede atravesar una mujer en esta etapa. "También la paciente maneja más información y eso a veces condiciona al médico. A veces todo el contexto no ayuda a prevalecer el parto", consideró el especialista.

En otro punto coincidieron ambos especialistas. Y es en el hecho de que la cesárea es una intervención quirúrgica, con todo lo que eso implica. "La recuperación a veces es más rápida que en el parto, pero se minimiza que las cesáreas complican y limitan a la mujer de cara a tener futuros hijos", opinó Pasqualini.

A lo que Halle agregó: "Lo que a veces no nos damos cuenta es que a una primeriza que se le hace una cesárea casi se la está condicionando a otras cesáreas. Y también a veces se condiciona la cantidad de embarazos".

Para finalizar, nos quedamos con la idea de que, aunque médicamente esté todo dado para un parto natural, siempre la decisión final es de la mujer. "Lo que quiere y siente la mujer se escucha siempre –destacó Halle–. Si la paciente estaba reticente pero finalmente acepta probar el parto, hay que darle el poder a ella de revertir e ir a cesárea. Darle el poder a la paciente y que ella sienta que decide 'hasta dónde', nos permite, muchas veces, llegar a partos naturales en casos en los que en un principio parecía imposible. Y la emoción de esas mujeres que sienten que lo lograron es lo que nos reconforta cada día".

Fuente: Infobae

 

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