Dos años del fallecimiento de Justina, la nena que nos dejó la nueva ley de donación de órganos

Este 22 de noviembre se cumplen dos años del fallecimiento de Justina Lo Cane, la niña de 12 años que murió a la espera de un trasplante de corazón que le permitiera revertir la cardiopatía congénita que padecía desde que tenía un año y meses de vida.






Ella falleció, pero su logró la trascendió. Fue entonces como sus padres, Ezequiel y Paola Lo Cane, continuaron con una campaña que realizó la propia pequeña antes de morir, se llamó “MultiplicateX7”, en referencia a la cantidad de vidas que, se estima, puede salvar cada donante de órganos y tejidos.

Fue así que tras una ardua lucha de concientización por parte de los padres de Justina, el 4 de julio de 2018 fue sancionada la Nueva Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células con la aprobación por unanimidad en ambas Cámaras del Congreso de la Nación, la llamada “Ley Justina”.

Según el Insituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), en un informe reveló que entre el 1 de julio de 2018 y el 30 de junio de este año, tras la aprobación de la Ley 27.447 de Trasplante de Órganos y Tejidos, se realizaron 871 procesos de donación de órganos, que permitieron que 1.958 pacientes en lista de espera reciban un trasplante de órganos. La cifra permitió la realización de 512 trasplantes más que los realizados en igual periodo del año anterior.

Cabe remarcar que con la “Ley Justina” la tasa de donantes alcanzó los 19.5 por millón de habitantes, la más alta de la historia del país. Esta cifra se acerca por primera vez a la del promedio de los países de la Unión Europea, donde cuentan con la tasa de donantes más alta del mundo, con 22.3 donantes por millón.

En declaraciones a Infobae, Paola la madre de la menor, reconoció que "fue un cambio de paradigma, era un cambio cultural que había que hacer y no estuvimos solos. Cuando Justina falleció nos pusimos a trabajar para cambiar una parte de la ley y la prensa nos ayudó, la sociedad se concientizó".

Además agregó “No diría que tuvimos suerte porque yo perdí a mi hija, creo que estuvimos iluminados para que a pesar de todo el sufrimiento ella deje esto que va a ser un legado para siempre".

Para Paola, "Justina representa a muchos que ya no están" y ellos son "el referente y la voz de todas esas familias". "Nosotros, con todo el dolor, nos pusimos de pie para encarar este tema con seriedad y logramos la ley, pero hay que seguir trabajando", reconoció la mujer, que hoy puede decir que la muerte de su hija "no fue en vano".
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