Palpitando Halloween: Mitos y leyendas de terror en San Juan
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En unos días, el mundo celebrará una fiesta de origen celta que se popularizó a nivel mundial: Halloween, también conocida como Noche de Brujas.
Los festejos con disfraces, hogueras e historias de terror comenzaron en los países anglosajones, pero en la actualidad en Latinoamérica y Europa también adoptaron la costumbre de la conmemoración.
Aprovechando esta fecha, recopilamos historias de brujas, fantasmas y mitos sanjuaninos para recordar con la luz encendida.
La Pericana
Las historias aseguran que una mujer deambulaba por las calles sanjuaninas, sobre todo en las siestas del verano cuando pocos se animaban a estar fuera de los hogares por el calor. Delgada, de cabellera negra y larga, y un rostro hermoso que escondía el verdadero objetivo: robarse a los niños que hacían travesuras mientras sus padres dormían.
Atraídos por la belleza y simpatía de la mujer, los niños se acercaban. En ese momento, la Pericana se convertía en un ser horrendo, como un matuasto gigante, ojos amarillentos, orejas puntiagudas y una boca maloliente sedienta de sangre y carne humana que saciaba con los pequeños que se robaba y devoraba. Nadie volvía para contarlo.
Esta narración era la preferida de las abuelas que asustaban a los niños para que durmieran la siesta y no salieran a jugar en la calle. Era más o menos como el Viejo de la Bolsa o el Cuco, en otras provincias.
Las brujas del Villicum
Los cerros del Villicum son un atractivo turístico inigualable. Sin embargo, muchos destacan que tienen poderes ocultos que son el atractivo de las brujas que llegan hasta allí para celebrar sus aquelarres.
Según se estima en el colectivo popular, el Villicum tiene una energía negativa propicia para rituales. Las brujas se juntan allí y dejan su cuerpo para convertirse en pájaros que surcan el cielo albardonero chillando y desvelando a los vecinos que las oyen.
En el día, suelen encontrarse sospechas de su presencia como círculos de sal y fotos quemadas. ¿Se deberá a esta presencia maligna la gran cruz blanca en los cerros para contrarrestar el mal?
El alma mula
Entre los cerros puede verse. Es una mula de pelaje de un azabache brillante y ojos verdosos. La leyenda dice que es el alma de una mujer hermosa que el diablo convirtió en mula por haber mantenido relaciones incestuosas.
Pero cuidado, verla es peligroso y están condenados a la muerte. La única manera de salvarse es hacerse dos tajos en forma de cruz en la frente o en una oreja.
Casas embrujadas
Son el cliché de películas de terror. Sin embargo, en todo el mundo se habla de espíritus que toman posesión de una vivienda y hacen imposible la vida de los que la habiten.
En San Juan no hay excepción a la regla. También aquí supuestamente hay varias casas embrujadas.
Una de ellas es la que está en calle Urquiza a metros de Pedro de Valdivia. Dicen que allí en la década del ’40 murió misteriosamente una mujer, y que su espíritu todavía está vagando en pena.
Los vecinos cuentan que durante el día se escuchan ruidos extraños, a pesar que la casa está abandonada desde hace años. Incluso, algunos se animan a contar que han visto una mujer sin brazos que teje sentada en la oscuridad.
Otra vivienda que estaría embrujada fue noticia hace tiempo. Está ubicada en Villa Observatorio, en Chimbas. Incendios sin causa aparente alertaron a los habitantes y vecinos. Rociaron las habitaciones con agua bendita y hasta llegaron sacerdotes y pastores para expulsar a los malos espíritus. Nunca se dio explicación lógica que revelara la razón de las igniciones.
Obviamente quedan muchísimas historias, incluso algunas que no llegan a la popularidad masiva pero que siempre se cuentan en la sobremesa de algún asado con amigos. ¿Te animás a contar la tuya?
Los festejos con disfraces, hogueras e historias de terror comenzaron en los países anglosajones, pero en la actualidad en Latinoamérica y Europa también adoptaron la costumbre de la conmemoración.
Aprovechando esta fecha, recopilamos historias de brujas, fantasmas y mitos sanjuaninos para recordar con la luz encendida.
La Pericana
Las historias aseguran que una mujer deambulaba por las calles sanjuaninas, sobre todo en las siestas del verano cuando pocos se animaban a estar fuera de los hogares por el calor. Delgada, de cabellera negra y larga, y un rostro hermoso que escondía el verdadero objetivo: robarse a los niños que hacían travesuras mientras sus padres dormían.
Atraídos por la belleza y simpatía de la mujer, los niños se acercaban. En ese momento, la Pericana se convertía en un ser horrendo, como un matuasto gigante, ojos amarillentos, orejas puntiagudas y una boca maloliente sedienta de sangre y carne humana que saciaba con los pequeños que se robaba y devoraba. Nadie volvía para contarlo.
Esta narración era la preferida de las abuelas que asustaban a los niños para que durmieran la siesta y no salieran a jugar en la calle. Era más o menos como el Viejo de la Bolsa o el Cuco, en otras provincias.
Las brujas del Villicum
Los cerros del Villicum son un atractivo turístico inigualable. Sin embargo, muchos destacan que tienen poderes ocultos que son el atractivo de las brujas que llegan hasta allí para celebrar sus aquelarres.
Según se estima en el colectivo popular, el Villicum tiene una energía negativa propicia para rituales. Las brujas se juntan allí y dejan su cuerpo para convertirse en pájaros que surcan el cielo albardonero chillando y desvelando a los vecinos que las oyen.
En el día, suelen encontrarse sospechas de su presencia como círculos de sal y fotos quemadas. ¿Se deberá a esta presencia maligna la gran cruz blanca en los cerros para contrarrestar el mal?
El alma mula
Entre los cerros puede verse. Es una mula de pelaje de un azabache brillante y ojos verdosos. La leyenda dice que es el alma de una mujer hermosa que el diablo convirtió en mula por haber mantenido relaciones incestuosas.
Pero cuidado, verla es peligroso y están condenados a la muerte. La única manera de salvarse es hacerse dos tajos en forma de cruz en la frente o en una oreja.
Casas embrujadas
Son el cliché de películas de terror. Sin embargo, en todo el mundo se habla de espíritus que toman posesión de una vivienda y hacen imposible la vida de los que la habiten.
En San Juan no hay excepción a la regla. También aquí supuestamente hay varias casas embrujadas.
Una de ellas es la que está en calle Urquiza a metros de Pedro de Valdivia. Dicen que allí en la década del ’40 murió misteriosamente una mujer, y que su espíritu todavía está vagando en pena.
Los vecinos cuentan que durante el día se escuchan ruidos extraños, a pesar que la casa está abandonada desde hace años. Incluso, algunos se animan a contar que han visto una mujer sin brazos que teje sentada en la oscuridad.
Otra vivienda que estaría embrujada fue noticia hace tiempo. Está ubicada en Villa Observatorio, en Chimbas. Incendios sin causa aparente alertaron a los habitantes y vecinos. Rociaron las habitaciones con agua bendita y hasta llegaron sacerdotes y pastores para expulsar a los malos espíritus. Nunca se dio explicación lógica que revelara la razón de las igniciones.
Obviamente quedan muchísimas historias, incluso algunas que no llegan a la popularidad masiva pero que siempre se cuentan en la sobremesa de algún asado con amigos. ¿Te animás a contar la tuya?
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