La Directora del Inglés respondió a la denuncia
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El Jefe de Bromatología Raúl Tomba informó ayer, con mucha seguridad, algunos incumplimientos de seguridad e higiene del Colegio Inglés. Luego de emitir un comunicado a modo de réplica, la Directora de la institución Adriana Guimaraes de Baistrocchi desmintió prácticamente todo.
La Directora del Colegio se defendió de las acusaciones.
“En realidad nunca hubo un niño intoxicado. Es cierto que no tenemos lugar destinado para comedor. Pero es un aula que se transforma en comedor y solo se usa para eso y mantiene todos los requisitos de limpieza y seguridad que debe tener. Fue así por muchos años y no hay problemas. El catering no lo brinda el colegio sino una tercera persona y los papás contratan con él. Ayer me enteré que el chico no está autorizado”.
Estas fueron las primeras palabras de la docente que, al fin y al cabo, terminaron por “neutralizar” el discurso de Tomba, dado que ambas versiones son exageradas y poco objetivas. Además, la mujer arremetió contra la denuncia de la mamá del niño, diciendo que fue “muy desafortunada y con saña”.
Según Guimaraes, “el chiquito siempre comía comida de su mamá, y es de primer grado, no de sala de 3 como salió en otras noticias”. También desmintió los dichos de Tomba, asegurando que el colegio tiene dos heladeras, constatadas por los inspectores de Bromatología que fueron antes de ayer. ¿Acaso el Jefe de Bromatología no tiene contacto con sus inspectores?
“El señor TOMBA probablemente le dijo a usted lo que dijo la denuncia de la mamá”, dijo.
Supuestamente, el conflicto comenzó de la siguiente manera. El niño habría olvidado su lanchera el jueves en el colegio, lo que “es responsabilidad de los padres”, que no fueron a buscarla.
“El lunes a la hora del almuerzo nadie fue a buscar al niño para comer. Él sacó del boxes la lanchera, ahora en invierno se ponen en boxes y los chicos tienen en la lanchera el sachet que mantiene fría la comida que después se caliente. La mamá cayó tarde para llevárselo, y se enojó muchísimo porque el chiquito estaba comiendo esa comida”, explicó la directora del Inglés y agregó que “pobrecito de 6 años no sabe ni qué come, él sabe que está su comida dentro de su lanchera, ni se acordaba que estaba desde el jueves”. De paso, dejó claro que “nosotros no nos ocupamos en absoluto de las cosas de los chicos”.
La mamá del niño se habría enojado porque los docentes “no lavaron su lanchera”. De todos modos, cualquier versión a esta altura ya no tiene credibilidad, porque si dos testimonios se contradicen totalmente es porque ninguno está siendo objetivo.
Nosotros no nos ocupamos de las cosas de los chicos. Se enojó porque no habíamos lavado la lanchera. Son más los chicos que llevan desde su casa.
Estas actitudes se demuestran en el modo de dirigirse de la Directora, que dijo que “fue enfrentarla a la señora con su propia realidad, ocuparse de los niños. Aunque es una comunidad con papás bastante alertas, hay de todo”.
Al parecer, Guimaraes de Baistrocchi no quiere enfrentar SU realidad como directora de un colegio, y a pesar de “reconocer” que no posee las autorizaciones del comedor, no brindó detalles y solo se dedicó a juzgar a una mujer como madre.
Por otro lado, se supone que los inspectores de Bromatología labraron un acta donde consta la existencia de dos heladeras. Sin embargo, la docente aseguró que “no les mostré el sitio en ningún momento”.
Esta mañana, la Directora se reunirá con la gente de Bromatología para conseguir los requisitos para conseguir las autorizaciones respectivas. Recordemos, los chicos comen su comida en el aula “saneada” de un colegio privadísimo hace años, y sin autorización de los organismos pertinentes.
“El colegio redactó una nota aclaratoria para los papás. Fue hecho con mucha saña (se refirió a la mamá del niño, sobre todo dando datos falsos)”, dijo Guimarae y agregó que “primero tengo que hablar con Tomba” porque no lo escuchó ayer.
“Los padres no aparecieron nunca más. Se imagina que no tomaré acción porque hay un chiquito de por medio, que en realidad para nosotros lo primero son los niños. Ya veremos, en principio no lo hemos pensado así”, concluyó la docente.
La Directora del Colegio se defendió de las acusaciones.
“En realidad nunca hubo un niño intoxicado. Es cierto que no tenemos lugar destinado para comedor. Pero es un aula que se transforma en comedor y solo se usa para eso y mantiene todos los requisitos de limpieza y seguridad que debe tener. Fue así por muchos años y no hay problemas. El catering no lo brinda el colegio sino una tercera persona y los papás contratan con él. Ayer me enteré que el chico no está autorizado”.
Estas fueron las primeras palabras de la docente que, al fin y al cabo, terminaron por “neutralizar” el discurso de Tomba, dado que ambas versiones son exageradas y poco objetivas. Además, la mujer arremetió contra la denuncia de la mamá del niño, diciendo que fue “muy desafortunada y con saña”.
Según Guimaraes, “el chiquito siempre comía comida de su mamá, y es de primer grado, no de sala de 3 como salió en otras noticias”. También desmintió los dichos de Tomba, asegurando que el colegio tiene dos heladeras, constatadas por los inspectores de Bromatología que fueron antes de ayer. ¿Acaso el Jefe de Bromatología no tiene contacto con sus inspectores?
“El señor TOMBA probablemente le dijo a usted lo que dijo la denuncia de la mamá”, dijo.
Supuestamente, el conflicto comenzó de la siguiente manera. El niño habría olvidado su lanchera el jueves en el colegio, lo que “es responsabilidad de los padres”, que no fueron a buscarla.
“El lunes a la hora del almuerzo nadie fue a buscar al niño para comer. Él sacó del boxes la lanchera, ahora en invierno se ponen en boxes y los chicos tienen en la lanchera el sachet que mantiene fría la comida que después se caliente. La mamá cayó tarde para llevárselo, y se enojó muchísimo porque el chiquito estaba comiendo esa comida”, explicó la directora del Inglés y agregó que “pobrecito de 6 años no sabe ni qué come, él sabe que está su comida dentro de su lanchera, ni se acordaba que estaba desde el jueves”. De paso, dejó claro que “nosotros no nos ocupamos en absoluto de las cosas de los chicos”.
La mamá del niño se habría enojado porque los docentes “no lavaron su lanchera”. De todos modos, cualquier versión a esta altura ya no tiene credibilidad, porque si dos testimonios se contradicen totalmente es porque ninguno está siendo objetivo.
Nosotros no nos ocupamos de las cosas de los chicos. Se enojó porque no habíamos lavado la lanchera. Son más los chicos que llevan desde su casa.
Estas actitudes se demuestran en el modo de dirigirse de la Directora, que dijo que “fue enfrentarla a la señora con su propia realidad, ocuparse de los niños. Aunque es una comunidad con papás bastante alertas, hay de todo”.
Al parecer, Guimaraes de Baistrocchi no quiere enfrentar SU realidad como directora de un colegio, y a pesar de “reconocer” que no posee las autorizaciones del comedor, no brindó detalles y solo se dedicó a juzgar a una mujer como madre.
Por otro lado, se supone que los inspectores de Bromatología labraron un acta donde consta la existencia de dos heladeras. Sin embargo, la docente aseguró que “no les mostré el sitio en ningún momento”.
Esta mañana, la Directora se reunirá con la gente de Bromatología para conseguir los requisitos para conseguir las autorizaciones respectivas. Recordemos, los chicos comen su comida en el aula “saneada” de un colegio privadísimo hace años, y sin autorización de los organismos pertinentes.
“El colegio redactó una nota aclaratoria para los papás. Fue hecho con mucha saña (se refirió a la mamá del niño, sobre todo dando datos falsos)”, dijo Guimarae y agregó que “primero tengo que hablar con Tomba” porque no lo escuchó ayer.
“Los padres no aparecieron nunca más. Se imagina que no tomaré acción porque hay un chiquito de por medio, que en realidad para nosotros lo primero son los niños. Ya veremos, en principio no lo hemos pensado así”, concluyó la docente.
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