Fundación de San Juan: Juan Jufré y una ciudad que solo lo vio pasar

 

Hoy se celebra en nuestra provincia el aniversario de su fundación el 13 de junio de 1562 por el Conquistador español Juan Jufré bajo el nombre de San Juan de la Frontera, y además, bajo la Capitanía General de Chile. A esta altura de la nota, ya aparecen conceptos y palabras que vale la pena profundizar, a través del relato de historiadores y analistas, para conocer realmente el sentido de nuestra fundación, las implicancias y algunas verdades que no son tan conocidas por muchos sanjuaninos.



En principio, el Licenciado en Historia Eduardo Carelli, explicó el camino que marcaron los acontecimientos naturales en la construcción de la historia sanjuanina.

“Las inundaciones del río y los zondas marcan a fuego el lugar donde se encuentra San Juan”, comenzó Carelli.

Según el historiador, en aquel momento los españoles llevaban un sistema de triángulo, ya que trataban de fundar las ciudades de a tres. “San Juan se decide fundar la ciudad en la margen derecho del río, seguramente Concepción sería un territorio más amplio, exactamente el lugar no se lo conoce porque se perdió en una inundación de 1821”, explicó, primer dato de la influencia de las contingencias naturales.

“Jufré vino desde Chile. Una de las personas más acaudaladas del lugar. San Juan y San Luis eran dos puntos defensivos de la ciudad de Mendoza”, señaló Carelli.

El ordenamiento de la ciudad

La organización de la ciudad estaba dada de la siguiente manera: Primero se trazaban las cuadras y posteriormente se repartían los territorios. Los habitantes que vivían más cerca de la plaza principal eran los más importantes. Esto responde a una organización histórica que tuvieron las grandes ciudades del mundo desde sus inicios.

No fue Juan Jufré quien realizó la distribución de las tierras, ya que no duró ni un mes en San Juan, sino que fue su hijo.

El cauce del Río San Juan cambió y se corrió. Antes pasaba aledaño a Concepción. Se creaba una plaza y alrededor se construirá el cuartel, el cabildo que tenía funciones ejecutivas. El cabildo y las iglesias  eran los edificios más importantes. Las pulperías no se ubicaban en los puntos céntricos, sino en los costados de los caminos de ingreso a la ciudad.

¿Quién escribe la historia sanjuanina?

Carelli piensa que en este momento hay un “bastardeo de la historia”, donde se quiere modificar en vista de una historia construida a partir de la ideología.

Por ejemplo, “se estableció que el lugar puede ser tan amplio como desde la calle Salta en Concepción, hasta un poco más de la plaza de Concepción, más de eso no se puede establecer”, explicó el historiador, y añadió que “en la inundación se perdió todo. Se perdió la noción del espacio en el lugar al perderse todas las construcciones, por eso es que no sabemos exactamente donde se fundó la ciudad de San Juan”.

Por su parte, Ana Fachin, Secretaria Académica de la FFHA, añadió a la historia de Carelli que “no cualquiera podía fundar una ciudad en esa época”, pero Juan Jufré tenía privilegios con la corona española y experiencias importantes en Chile. Además, Fachin hizo alusión también a la inundación que empujó al desplazamiento de la ciudad fundacional o “pueblo viejo”, donde actualmente es Concepción.

Por otro lado la opinión del reconocido historiador Edgardo Mendoza, complementa sobremanera este resumen de nuestra fundación con algunos aspectos más profundos, referidos sobre todo a los protagonistas de la historia.

Primero, Mendoza indicó que la fundación de San Juan, Mendoza y San Luis, fueron una extensión de las posesiones de los españoles en Chile. Interesante, si queremos entender características como los diferentes modos de hablar, por ejemplo. “Nuestros contactos con España vinieron a partir de Chile y no del atlántico. Buenos Aires tenía una vida muy complicada, se fundó una primera vez y luego se perdió y hubo que esperar muchos años para refundar la Ciudad de Buenos Aires”, afirmó el profesor.

¿Por qué la conquista trasfronteriza?

“Lo nuestro fue una expansión desde el lado chilenos con un solo objetivo real, que era apropiarse de una mano de obra muy dócil, los Huarpes, que habitaban en el Valle de Tulúm y Mendoza”, cuenta Mendoza, que caracteriza a nuestros pueblos originarios como mansos “porque habían estado subordinados a los Incas. Los pueblos originarios vieron que cambiaban de dueños”.

“Es probable que la presencia de los Incas haya sido tan fuerte que la lengua del Huarpe estuviera perdiéndose, como ocurría con los romanos que imponían el Latín”, exclamó Mendoza, y añadió que sin embargo, cuando se produce la “saca” de huarpes para llevarlos a trabajar en Chile, la cultura huarpe se ve golpeada a tal punto que se perdió la lengua. Hoy solo quedan palabras aisladas

“Existió y tuvo algún tipo de presencia porque se pidió autorización a un sacerdote para fabricar un diccionario huarpe. Si este diccionario el cual tenemos la prueba que se pide la autorización, no sabemos si se publicó porque nunca se encontró el diccionario castellano – huarpe”.

Con respecto a la resistencia del pueblo huarpe a los dominios, Mendoza señaló que “hubo como resistencia pasiva, no armada”. Pero una manera de resistir era escaparse a la zona de las lagunas de Guanacache que eran grandes y difícil de acceder a ellas. Los pueblos más grandes terminaron en la zona de Mogna, de muy difícil acceso”.

¿Por qué recordamos de manera tan sublime a Juan Jufré?

“El hombre venía con un plan, muy pragmático y tenía sus valores. Logró su cometido, logró fundar ciudades. Tanto la refundación de Mendoza como la de San Juan, su objetivo fue sentar la base jurídica y daba derechos para que se le pudiesen encomendar indios”, explicó el historiador.

Si bien Juan Jufré fundó la ciudad, podría decirse que solo le puso el nombre y fue un trofeo más entre sus posesiones territoriales y humanas.

“Elige un terreno para luego posibilitar el cultivo y para que los que se quedaran sobreviviesen. Volvió a Mendoza en pleno invierno, pasó a Chile y nunca volvió. A lo sumo estuvo 10 días en San Juan y difícilmente haya experimentado un zonda”.