El IPV definió los últimos barrios a entregar en 2025: ¿cuándo es el próxima sorteo?

Elina Peralta anticipó que el IPV encara el final del 2025 con las últimas entregas previstas y con un esquema de trabajo que apunta a sostener el modelo de sorteos durante el 2026. La funcionaria explicó que los barrios que se están habilitando presentan mejoras respecto de construcciones anteriores y señaló que el objetivo es adaptar los diseños a las características climáticas de San Juan. 

Sobre el cierre de año, Peralta confirmó que restan entregar los desarrollos habitacionales previstos en tres departamentos. “En este mes de diciembre tenemos que terminar para cumplir con ese compromiso del señor gobernador. Estamos entregando en Iglesia, en Jáchal y en Ullum y con eso cerramos el año”, sostuvo. La funcionaria también adelantó que los sorteos, que generaron un alto nivel de participación, volverán a implementarse. “La gente lo viene pidiendo porque ha sido un éxito realmente”, señaló, y agregó que el instituto ya trabaja “para volver a realizar nuevos sorteos, ya sea por barrios o remanentes de vivienda, porque esa metodología la vamos a seguir conservando”.

La arquitecta también describió que el organismo revisa los prototipos constructivos con el propósito de mejorar la eficiencia energética y adecuar los materiales al clima local. “Estamos reversionando el prototipo de vivienda, mejorando la calidad de materiales, siempre pensando en la calidad de vida de los sanjuaninos”, expresó. En ese sentido, recordó que la provincia tiene “un clima muy especial, de mucho calor a mucho frío” y que esto obliga a diseñar viviendas que permitan reducir consumos. Entre las alternativas en estudio, mencionó que el IPV evalúa “las viviendas industrializadas”, que podrían aplicarse según la zona y las necesidades.

Respecto del movimiento en el padrón de postulantes, Peralta explicó que las inscripciones suelen incrementarse en épocas de sorteos y que actualmente el registro acumula alrededor de 100.000 anotados. Sin embargo, aclaró que esa cifra no representa en la misma magnitud la demanda real. “No significa que hay 100.000 necesidades, porque muchas familias alquilan o viven en la casa de los padres. Es un número grande, pero no hay que tomarlo como que son 100.000 necesidades habitacionales reales”, puntualizó.

La directora también se refirió al comportamiento del recupero de cuotas, una variable clave para que el instituto financie nuevas obras. “Es fluctuante, dependiendo del mes y de la situación económica”, reconoció, aunque remarcó que existe un trabajo permanente en territorio. Según indicó, el equipo del IPV recorre los departamentos “para motivar a las familias que se pongan al día”, especialmente desde que el organismo solo percibe fondos provinciales. “Pedimos la solidaridad de las familias que hoy tienen casa para que podamos construir otras viviendas más”, agregó. Sobre el nivel de morosidad, precisó que “siempre está rondando entre el 50 y el 60%, aunque depende de muchos factores”.