Crece la ludopatía infantil: fuerte advertencia de profesional sanjuanino

Advierten que el avance digital dejó a los chicos expuestos a casinos online, influencers que promueven apuestas y consumos que detonan compulsiones desde los 8 años.

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El licenciado en Psicología José Icazatti visitó los estudios de Movilízate, el programa de streaming de Diario Móvil que se transmite por el canal de +Medios, y analizó en profundidad fenómenos que atraviesan a niñas, niños y adolescentes: ludopatía infantil, dependencia tecnológica, bullying, grooming y el fuerte impacto que el entorno digital produce en el desarrollo emocional.

Consultado sobre el avance del juego online en menores, Icazatti explicó que se trata de un fenómeno que combina dos elementos críticos: “atrae dos palabras muy interesantes, que es juego y dinero”. Según detalló, hoy es común que un niño de 11 años ya cuente con billetera virtual y manejo de plataformas digitales, lo que acelera su exposición a riesgos. “Antes el dinero estaba más para 18 para arriba, ahora un niño de 11 años ya maneja una plataforma digital”, señaló.

Icazatti advirtió que los chicos se mueven en un mundo donde la hiperconectividad avanza más rápido que su capacidad emocional para procesarla. “El mundo digital ha llegado y es de ellos. Nosotros somos los que estamos grandes y tenemos que generar ese puente generacional con educación y con respeto”, expresó. Y explicó que la pandemia aceleró un salto abrupto: “Pasamos de la comunicación a la conectividad, no a comunicarnos”.

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El psicólogo remarcó que la llamada “gratificación inmediata” atraviesa a todas las infancias y adolescencias. “Antes el aburrimiento generaba pensamiento creativo; ahora eso lo hace solo la tecnología”, dijo, y ejemplificó: “El cerebro, cuando no tiene herramientas maduras, recurre a esta gratificación inmediata, que puede ser el videojuego, el casino online o cualquier dispositivo”.

El concepto de “ludopatía infantil” comenzó a estudiarse en San Juan en 2015, cuando la Fundación que preside Icazatti detectó los primeros signos de conducta compulsiva vinculados a juegos como Clash Royale, estafas, robos de tarjetas y compras no autorizadas. “No existe un diagnóstico de ludopatía antes de los 18 años, pero la problemática es real. Por eso acuñamos el concepto de ludopatía infantil-juvenil”, explicó. Detalló además que el término actualizado es “juego patológico”, siguiendo lineamientos de ALEA, para evitar la estigmatización.

Icazatti también habló sobre los cambios de comportamiento que deben alertar a las familias. Sostuvo que más allá de señales conocidas —como aislamiento o pérdida de interés en actividades— existen indicios más sutiles: “Yo siempre digo que se concentren en el absurdo. Cuando el chico responde algo que no encaja, cuando la mentira es absurda o cuando parece desconectado. Eso es un indicador de que algo pasa”. Aclaró que este signo también aparece en casos de bullying, grooming o consumo de pornografía.

Respecto del contexto social, lamentó que los valores tradicionales hayan quedado relegados ante la cultura del consumo: “Hoy el mandato es tener. Tener para pertenecer. Los chicos creen que si no tienen un iPhone no valen”. Indicó que esa presión aumenta la vulnerabilidad hacia el juego online, que aparece como “solución rápida”. “Muchos influencers dicen que con un clic podés cambiar tu estilo de vida. Ese mensaje impacta directamente en los adolescentes”, explicó.

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Durante la entrevista, el psicólogo planteó que la brecha entre adultos y jóvenes es cada vez más profunda. “Los padres me dicen ‘no los entiendo’. Y los chicos dicen ‘no me entienden’. Ahí está el problema”, afirmó. Reconoció que la sociedad adulta fue criada con otra lógica y que los jóvenes buscan modelos más que órdenes: “La neurona espejo funciona así: el día que vos des el ejemplo, yo lo hago”.

En relación al bullying, las violencias digitales y el consumo de pornografía en edades cada vez más tempranas, advirtió que la falta de educación emocional y la ausencia de límites claros generan escenarios de riesgo. “Si un chico ve pornografía sin comprender que son actores, que es ficción, se educa hormonalmente de forma distorsionada”, explicó.

Icazatti también se refirió a los episodios de suicidio que involucran tanto a adolescentes como a adultos en la provincia: “No se habla porque no lo pueden frenar. Pero hay que hablar del tema, no desde la tragedia, sino desde la acción”. Contó que muchos jóvenes no pueden expresar lo que sienten: “Hay chicos que hablan, pero no pueden hablar lo que duele”.

Al finalizar, pidió a las familias que vuelvan a poner el foco en el vínculo cotidiano: “No es preguntar cómo te fue, si bien o mal. Es preguntarle: ¿estás bien?, ¿te sentís bien?, ¿te pasa algo?”.

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