Detalles del hombre hospitalizado tras pelearse con su pareja en Jáchal

La madrugada en el norte sanjuanino puede ser tan fría como el sol del mediodía es abrasador. Claudio Caballero lo sabe ahora mejor que nadie. El domingo a la siesta lo encontraron deshidratado, mareado y agotado en una zona inhóspita de Jáchal, después de haber pasado más de 15 horas caminando solo entre campo abierto, sin agua, sin abrigo y sin su teléfono.

Todo había empezado mucho antes, en una escena que parecía cotidiana: una pareja discutiendo en el auto. Caballero y una mujer de apellido Herrera volvían del camping Agua Negra y el cruce de palabras subió de tono mientras transitaban la Ruta 40. La tensión fue tal que, cerca de la zona de Tucunuco, la conductora frenó. Él, todavía caliente por la discusión, decidió bajarse y alejarse a pie, convencido de que solo necesitaba distanciarse un momento.

Lo que no midió fue la oscuridad profunda del campo jachalero, ni la falta de referencias, ni el hecho de que su teléfono había quedado en el vehículo. Herrera, por su parte, siguió camino unos metros y luego decidió regresar para buscarlo. Ya no lo encontró.

A partir de ese momento, la situación pasó de enojo a preocupación. La mujer se dirigió hasta el puesto policial más cercano y denunció la desaparición. El fiscal Sohar Aballay ordenó activar el protocolo de búsqueda y desde la madrugada patrullaron la zona efectivos de la Comisaría 21°, la Unidad Rural, el GERAS y la División Canes. El dato que hacía urgente el rastrillaje era claro: Caballero no llevaba nada para pasar la noche.

Mientras tanto, él había pasado horas caminando sin rumbo. Según contó después, durmió debajo de una alcantarilla para protegerse del frío nocturno y, al amanecer, siguió avanzando bajo el sol, hasta sentirse exhausto.

Recién después de las 15, la División Canes lo divisó cerca del nuevo camino a Mogna. Estaba deshidratado y desorientado, pero consciente. Lo trasladaron al Hospital San Roque, donde recibió hidratación y fue dado de alta.

La historia podría resumirse en algo simple —una pelea, un impulso, una mala decisión—, pero terminó revelando lo frágil que puede ser la distancia entre una discusión y una situación límite cuando el escenario es el campo sanjuanino, abierto, silencioso y sin marcas.