
El delincuente terminó atados de pies y manos, llorando y suplicando el parate del vecino. "No robo más", le dijo entre lágrimas. IMÁGENES SENSIBLES.
Un equipo de científicos de la Universidad Nacional de San Juan descubrió el fósil de Anteavis crurilongus, un pequeño animal carnívoro y bípedo que habitó la zona hace unos 230 millones de años.
El importante descubrimiento fue anunciado este martes por el Parque Provincial Ischigualasto. El hallazgo fue realizado por un equipo del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, que desenterró los restos de un pequeño animal bípedo y carnívoro.
Los científicos estiman que el ejemplar medía aproximadamente 1,60 metros de largo, desde la cabeza hasta la cola, y que pesaba poco más de 8 kilos.
“Era del tamaño de un pavo, pero con cola”, describió Ricardo Martínez, líder de la expedición. El ejemplar fue bautizado como Anteavis crurilongus, un nombre que evoca su fisonomía, ya que se traduce como “antecesor de las aves de piernas largas”.
La geóloga Carina Colombi fue la encargada de determinar cuándo vivió este animal y cómo era su entorno. Según las estimaciones, Anteavis habitó la Tierra hace unos 230 millones de años, una época en la que todos los continentes estaban unidos en el supercontinente Pangea.
La región que hoy ocupa Ischigualasto (también conocido como el Valle de la Luna) era entonces una sabana poblada por coníferas, palmeras y helechos, bajo un clima cálido y árido, muy distinto al actual.
Además de su pequeño tamaño, el análisis microscópico de los huesos determinó que el ejemplar tenía unos 12 años al momento de morir. Una de sus características más distintivas es que su tibia —uno de los principales huesos de las patas— era considerablemente larga en proporción al resto del cuerpo, lo que reafirma su denominación.
El parque provincial Ischigualasto, además de su majestuosidad paisajística, continúa siendo una "cantera inagotable de fósiles" que, con hallazgos como este, vuelve a posicionarse como “el paraíso de los paleontólogos” a nivel mundial.
El delincuente terminó atados de pies y manos, llorando y suplicando el parate del vecino. "No robo más", le dijo entre lágrimas. IMÁGENES SENSIBLES.
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