De las arenas del Hipódromo a la Maratón de Buenos Aires: el sueño cumplido de Nelson Chaparro

El corredor sanjuanino pasó por Bonus Deportivo y relató cómo vivió la competencia internacional, un desafío que preparó durante meses y que dedicó a su familia y a la memoria de su padre.

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La Maratón Internacional de Buenos Aires volvió a reunir a miles de corredores en la capital argentina y, entre ellos, destacó la presencia del sanjuanino Nelson Chaparro. Cumplió un sueño que venía persiguiendo desde hace años y lo hizo acompañado de su familia, en una experiencia que lo marcará para siempre.

Chaparro planificó el viaje con anticipación y disfrutó cada momento del camino. “El jueves anterior al Día de la Primavera viajamos de noche y todo salió muy bien. Tocó un día típico de Buenos Aires, con llovizna y nubes, pero fue hermoso para correr los 42 kilómetros”, relató. El esfuerzo tuvo su recompensa: logró ubicarse entre los primeros cinco mil corredores de la competencia.

La preparación fue intensa y cargada de sacrificios. “Fueron muchos meses de entrenamiento con mi profesor, Adán Aveldaño. Hubo días con poco descanso, porque además de atleta soy trabajador y padre de familia. Muchas veces dolía todo o no había ganas de entrenar, pero había que estar en el Parque de Mayo o en el Dique de Ullum. Pasar por esos lugares me preparó para Buenos Aires”, expresó. El maratonista, además, dedicó la carrera a su padre: “Se lo ofrecí a mi viejo, que me acompañó aun no estando físicamente”.

En medio de la emoción, recordó sus primeros pasos como corredor en la Villa Santa Anita: “Crecí detrás del Hipódromo, con mi hermano íbamos a correr descalzos por las arenas. Desde ahí me gustó correr. Pasé de esas vueltas en mi barrio a estar en Buenos Aires. Creo que todo se puede”.

Orgulloso de su oficio, Chaparro resaltó que es pizzero y que su historia demuestra que los sueños se cumplen: “Quiero que la gente sepa que, con trabajo y dedicación, los objetivos se alcanzan. Yo siempre soñé con estar en Buenos Aires en una competencia mundial y lo logré”.

La emoción alcanzó su punto máximo en el kilómetro 41, donde lo esperaba su familia. “Venía muy cansado, las piernas me pasaban factura y muchos se acalambraban, pero cuando vi a mi mujer y mis hijas saltando y festejando, me gritaban ‘bien viejo’, y ahí supe que lo iba a lograr. Fue una alegría inmensa”, contó emocionado.

Chaparro cerró con la satisfacción de haber cumplido un objetivo que lo acompañó durante años y ya piensa en nuevos desafíos: en el corto plazo, competir en maratones más cortas en Mendoza para seguir disfrutando de la pasión que lo impulsa cada día.

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