La herencia del telar, generaciones de una familia sanjuanina que comparten el amor por hilar

Elsa Mercado es una vecina de Albardón, quien es parte de una familia que vive el tejer como una tradición hereditaria de varias generaciones.

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Elsa

Muchas familias comparten aficiones que se transmiten de generación en generación. Padres que transmiten a sus hijos los conocimientos que le dieron los abuelos, que, a su vez, ellos aprendieron de los bisabuelos y así sucesivamente. El tejer es una de esas aficiones que muchas personas tienen como un pasatiempo, pero que también es un arte bien cultivado por muchos, cuyos secretos y trucos transmiten a su descendencia de boca en boca. En la Feria Agroproductiva se encontraba Elsa Mercado, de 70 años, señora oriunda de Albardón, que heredó el arte del telar desde su bisabuela, sus padres y que también ya transmitió a vecinos del departamento y a su hija, quien la acompañaba en la exposición.

Elsa se presentó con su emprendimiento, “Artesanías Emey”, y nos contó parte de su historia “empezamos hace ya muchos años tejiendo lana, hilándola, escaldando, tejemos en telar, y todo eso lo enseñamos en el parque de Albardón” comentó Mercado, quien lleva mucho tiempo vendiendo sus artesanías “hace más de 30 años que andamos en la calle vendiendo y en todos lo lugares a los que nos invitan”.

El arte de tejer no es algo que Elsa inició solo por curiosidad, ni siquiera es la primera en la familia en hacerlo “yo desde muy chica veía a mi bisabuela, lavar la lana y todas esas cosas” comentó con cierta nostalgia y agregó “yo la veía hilar y con los años empecé sola a tejer y a hilar” destacando que buena parte de sus conocimientos fueron autodidactas y cuyo amor por el tejer también nació en ella observando en detalle a su bisabuela.

Sus padres también fueron parte de su aprendizaje en el ambiente, ambos compartían la misma afición en común “mi papá era de La Rioja y allá él hilaba, teñía y hacia los ponchos, mi mamá era de Jáchal, de Huaco, y hacía lo mismo, frazadas y esas cosas que se hacen más tradicionalmente allá”. Cuando Elsa creció pidió ayuda a ellos para aprender más sobre el tema, conocimiento que ahora comparte a sus pares “después de grande pregunté y me enseñaron, al día de hoy cuando salimos de excursión conozco a otras señoras y nos vamos enseñando la una a la otra y así vamos aprendiendo” remarcó, destacando que el tejer y sus secretos se siguen difundiendo entre su entorno.

Mercado ahora busca seguir los pasos de enseñanza de sus padres, transmitiendo sus conocimientos a su hija “ella es profesora y sigue hilando, sigue tiñendo, todo tinte natural, con las mismas hojas que hay en casa” y destacó algo importante para las jóvenes generaciones, deseando que este arte manual de nuestros abuelos no se pierda “los niños van aprendiendo y eso no se lo olvidan más, quisiera que ellos sigan este tipo de cosas porque es algo que se está perdiendo, ahora con el celular ya no se aprende nada, se pierden las manualidades, las artesanías caseras, lo que es el trabajo con las manos, ayuda y te trabaja mucho mejor la cabeza con eso” cerró Elsa, quien contempla la importancia de aprender desde temprana edad el significado del esfuerzo y el trabajo con las manos.

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