Inglaterra denuncia actos discriminatorios tras su victoria ante Los Pumas en San Juan

En una jornada que había comenzado como una fiesta del rugby internacional, el encuentro disputado el pasado sábado entre Argentina e Inglaterra en el Estadio del Bicentenario, en San Juan, terminó empañado por un hecho lamentable que generó repercusión mundial. Tras imponerse por 22 a 17 en un duelo ajustado, con un try en tiempo de descuento, el seleccionado inglés informó que algunos de sus jugadores fueron víctimas de insultos racistas provenientes de un reducido grupo del público local.

La denuncia fue presentada formalmente ante World Rugby, organismo rector de este deporte a nivel global, que investigó el caso y emitió su respuesta oficial este lunes. Si bien se confirmó la ocurrencia del incidente, no fue posible identificar con precisión a los autores de los agravios. “El episodio sí tuvo lugar, pero lamentablemente no se pudo establecer quiénes fueron los responsables”, comunicaron desde la entidad internacional.

Por su parte, la Unión Argentina de Rugby (UAR) expresó su repudio absoluto a cualquier tipo de manifestación discriminatoria y se comprometió a reforzar sus políticas internas. Gabriel Travaglini, presidente de la institución, indicó que se están implementando nuevas medidas para garantizar el respeto en las tribunas y fomentar una cultura más inclusiva entre los simpatizantes. “Condenamos categóricamente este tipo de comportamientos. Estamos comprometidos con una transformación profunda en la forma en que se vive el rugby en nuestro país”, aseguró.

Travaglini también reveló que, tras conocerse la denuncia, se activaron protocolos para intentar dar con los responsables, pero los esfuerzos no tuvieron éxito. “Dentro de un estadio con más de 20.000 personas, fue difícil ubicar a los individuos señalados. Se estima que se trató de entre cinco y siete personas, pero no se logró identificarlas con certeza”, detalló.

Ante la situación, la UAR ya comenzó a trabajar junto a World Rugby en la elaboración de programas educativos y campañas de concientización que se implementarán en próximos encuentros. El objetivo es claro: evitar que se repitan estos hechos y garantizar que los estadios sean espacios seguros y respetuosos para todos, sin importar su nacionalidad, raza o procedencia.

Este suceso ha encendido el debate sobre la necesidad de abordar con mayor firmeza las actitudes racistas en eventos deportivos y ha puesto en el centro de la discusión la importancia de educar a las nuevas generaciones en valores como la empatía, la igualdad y la convivencia.

Desde el rugby argentino, aseguran que no darán un paso atrás. “Este deporte se construye sobre la base del respeto. No podemos permitir que unos pocos empañen lo que debe ser una celebración del juego y la hermandad entre países”, concluyó Travaglini.