El mercado reaccionó de manera positiva tras la condena a Cristina Kirchner

La condena firme a Cristina Kirchner reconfigura el escenario político y despierta reacciones en los mercados, que interpretan su salida como un alivio electoral.

Diario MóvilDiario Móvil
Acciones argentinas Wall Street
Imagen ilustrativa.

La confirmación judicial de la condena contra Cristina Fernández de Kirchner generó un sacudón en el escenario político argentino, con efectos inmediatos en los mercados financieros. Las acciones locales cerraron con fuertes subas, reflejo de una lectura positiva por parte de los inversores, que interpretaron la decisión como un factor que despeja el camino electoral. La ex presidenta, ahora inhabilitada, queda fuera de competencia y ese dato fue recibido con alivio en el ámbito bursátil.

Sin embargo, la lógica del mercado no siempre es lineal. El antecedente de Lula da Silva en Brasil, de la cárcel a la presidencia, aún resuena. Aun así, en el corto plazo, la expectativa de una consolidación del oficialismo y la eventual victoria electoral en octubre sostienen el optimismo financiero. Tras el acuerdo con el FMI, la salida del cepo y la desaceleración inflacionaria, las elecciones aparecen como la próxima meta clave para la estabilización económica.

La decisión de Cristina de presentarse como candidata en Buenos Aires había sido interpretada como un gesto político para denunciar una supuesta proscripción. Su discurso, al conocerse la condena, reforzó esa estrategia: denunció un “cepo al voto popular”, pese a que fue ella quien impuso controles cambiarios años atrás.

El fallo de la Corte también dejó un vacío en el tablero opositor. Sin Cristina en carrera, el oficialismo pierde a su antagonista más potente, aquel contra quien estructuró buena parte de su discurso. La tercera sección electoral del conurbano, histórica fuente de votos kirchneristas, ya no garantiza una base segura. A la vez, este nuevo escenario podría favorecer un reordenamiento interno en el peronismo, que ahora podría presentarse más unificado.

En paralelo, comenzaron las primeras protestas en rechazo al fallo y algunos sindicatos ya anunciaron medidas de fuerza. La posibilidad de episodios de violencia en las calles o paros prolongados representa un riesgo latente para el Gobierno, que intenta mantener el control sin desbordes. Desde la Casa Rosada se mostraron cautos, aunque dejaron en claro que no habrá margen para cortar rutas ni ocupar espacios públicos.

Lo cierto es que la resolución judicial cambia las reglas del juego. El oficialismo deberá recalcular su estrategia sin Cristina como rival directa, mientras el kirchnerismo ensaya una nueva narrativa victimista.

Lo más visto