Dolor por el fallecimiento de un querido pediatra sanjuanino

Carlos González Meyniel, reconocido pediatra con más de seis décadas de trayectoria, falleció a los 93 años.

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Carlos González Meyniel
Carlos González Meyniel

La medicina sanjuanina perdió a uno de sus nombres más emblemáticos: Carlos González Meyniel, reconocido pediatra con más de seis décadas de trayectoria, falleció a los 93 años. Su partida deja un vacío profundo en la comunidad de la salud, que lo recuerda por su vocación incansable, su calidez humana y su compromiso con los pacientes más vulnerables.

González Meyniel ejerció la medicina durante 63 años y solo la pandemia lo alejó de su consultorio, en marzo de 2020. Había nacido en una familia trabajadora y desde joven se propuso llegar a la universidad. Mientras cursaba la secundaria en el Colegio Nacional Monseñor Pablo Cabrera, también estudiaba Contador Mercantil en la Escuela Obreros del Porvenir y trabajaba para ahorrar el dinero que luego le permitiría estudiar Medicina en Córdoba.

En esa provincia no solo alcanzó su sueño profesional, también conoció a Irma Amalia Iaiza, con quien formó una familia. Tuvieron tres hijos: Ernesto Rubén (contador), Carlos Orlando (comerciante y político) y Enzo Marcelo, que siguió la vocación paterna como médico cardiólogo.

Tras recibirse, González Meyniel volvió a San Juan convocado por el gobernador Américo García, quien lo incorporó al incipiente Departamento de Pediatría. Inició su carrera en Ullum y Media Agua, y más adelante dirigió el Centro de Adiestramiento Rawson —conocido como "la rotonda"— hasta su jubilación en el ámbito público. Aun así, siguió atendiendo en su consultorio particular ubicado en su casa paterna, en Cortínez 572 Este, frente al Club Urquiza.

Ese lugar, cargado de historia personal y comunitaria, fue durante décadas un refugio para cientos de familias. Allí no solo diagnosticaba y trataba enfermedades: muchas veces entregaba medicamentos de forma gratuita a quienes no podían pagarlos.

El doctor González Meyniel no solo fue un pilar de la pediatría sanjuanina, sino también un ejemplo de ética, humanidad y compromiso social. Su legado quedará grabado en la memoria de generaciones de pacientes, colegas y vecinos.

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