Avanza la investigación del trabajador aplastado por una cosechadora: ¿accidente o negligencia?

La madrugada del domingo 1 de junio marcó un episodio dramático en una finca olivícola del paraje El Acequión, en Sarmiento, cuando Víctor “Triki” Torres, un hombre dedicado a la cosecha de aceitunas, perdió la vida tras ser embestido por una maquinaria agrícola. En un principio, todas las miradas apuntaban al operario que manejaba la cosechadora, Leonardo Acuña, quien fue detenido bajo sospecha de homicidio culposo. Pero con el paso de las horas, los indicios recabados en el terreno condujeron a los fiscales a reconsiderar el curso de la investigación.

Según confirmaron fuentes de la Unidad Fiscal de Delitos Especiales, que encabezan Adolfo Díaz y Romina Mascarell, el foco ya no está exclusivamente puesto en una posible negligencia. Ahora se analizan al menos dos nuevas posibilidades: una de ellas sostiene que Torres podría haber intentado subir a la parte trasera de la máquina en movimiento —una práctica informal pero no poco frecuente en tareas rurales— y que, al resbalar, terminó debajo del vehículo. La otra línea de análisis considera que el trabajador podría haber sufrido una descompensación, como un infarto, que le impidió mantenerse en pie justo cuando la cosechadora pasaba cerca.

El trágico hecho ocurrió alrededor de las 5:50, en pleno trabajo de recolección. La maquinaria avanzaba lentamente entre las melgas, realizando una maniobra en reversa. Acuña, al mando del vehículo, declaró que no vio a Torres y que al sentir el impacto detuvo el equipo de inmediato. Pese a su reacción, el cuerpo del hombre ya yacía sin vida cuando llegaron los primeros profesionales de salud. La intervención policial fue encabezada por efectivos de la Subcomisaría Soria y personal de Criminalística, mientras que desde un primer momento se inició una causa penal.

Si bien el expediente sigue caratulado como homicidio culposo, el rumbo del proceso depende de lo que revele la autopsia, prevista para los próximos días. Las pericias forenses serán fundamentales para esclarecer si el fallecimiento fue producto de un accidente inevitable o si, por el contrario, hubo responsabilidad directa del conductor. Entre los elementos valorados por los investigadores también figura el hecho de que estas máquinas suelen avanzar a velocidad reducida, lo que podría reforzar la idea de que no hubo una maniobra imprudente.

Además del secuestro de la cosechadora, se incautaron los documentos personales y el carnet de Acuña. Por ahora, el trabajador permanece en libertad, sin imputación formal, mientras se completan las diligencias clave que permitirán reconstruir cómo ocurrieron los últimos minutos de vida de Torres.

El caso, que al principio parecía tener una única dirección judicial, ahora se encuentra abierto a distintas interpretaciones. En un entorno donde los accidentes laborales rurales siguen siendo una preocupación constante, este episodio vuelve a dejar en evidencia los riesgos a los que están expuestos cientos de trabajadores que cada día se internan en fincas alejadas, muchas veces en condiciones adversas y sin la supervisión suficiente.