Biglia, el mejor de ayer

La Selección Argentina pasó el examen en Barranquilla. Le ganó a Colombia 1 a 0 y volvió a vivir.

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Sergio Romero (5): Fue poco exigido, reaccionó con presteza en la jugada en que Funes Mori lo complicó con Bacca, pero mostró demasiada suficiencia en el final, en una jugada que bien pudo ser el empate colombiano.

Gabriel Mercado (7): Pareció titular de toda la vida, con mucha personalidad para marcar y quitar, y con ganas de asociarse a Lavezzi para aportar en el ataque. Salió con una conmoción, un final que no merecía, reemplazado por Gino Peruzzi.

Nicolás Otamendi (8): el más destacado de una defensa sólida. Nunca concedió la más mínima ventaja, de arriba ganó todo, no lo dejó jugar a Bacca y ordenó los adelantamientos de la última línea para mantener siempre corto al equipo.

Ramiro Funes Mori (7): alternó buenas con malas, pero nunca le huyó a la responsabilidad de partido. Batalló con el irregular Teo Gutiérrez, casi le comete penal a Bacca, se mandó una pifiada sensacional en el segundo tiempo, pero nunca menguó su entrega y terminó mereciendo el aplauso.

Marcos Rojo (6): lo menos rescatable de la defensa. Sufrió los desbordes, no se proyectó bien, no siempre se entendió con Di María. En el segundo tiempo, cuando Argentina perdió la pelota, levantó su rendimiento.

Lucas Biglia (9): Una actuación consagratoria. Sacó con presteza el balón de la zona más caliente y lo hizo circular con inteligencia. Arrancó la jugada del gol desde tres cuartos de cancha argentina y lo completó de cara al arco aprovechando el pifio de Zapata. Luego le cedió un gol hecho a Dybala que le fue mal anulado. Ya era titular, ahora será indiscutido.

Javier Mascherano (7): con su aporte tradicional, ganó el duelo con los volantes centrales rivales Mejía y Torres, y enredó la creación de juego de Colombia: "colaboró" en el pobre desempeño de la estrella colombiana James Rodríguez. Sostén del orden táctico, sufrió la agresión de Cardona aunque se ganó la amarilla por cortar el avance de James y por eso no jugará contra Chile.

Ever Banega (8): en el terreno del Metropolitano destruyó para siempre el mito de que es apenas un cinco con manejo. Resulto uno de los grandes hallazgos del partido: si Martino se anima, le dará el puesto de Pastore a partir del próximo partido. Temple y picardía para destacarse en una zona ardiente, le brindó certidumbre y profundidad al equipo.

Ezequiel Lavezzi (7): No desentonó en absoluto, participó del gol con el pase final a Biglia, abrió la cancha y aportó peligro, aunque fue de los que más sufrió el desgaste impuesto por el rigor del clima. Fue amonestado y luego reemplazado por Enzo Pérez.

Gonzalo Higuaín (7): el planteo lo obligó al sacrificio, replegándose para no estirar tanto al equipo. Fue descarga permanente, le sirvió con un taco impecable a Di María ese segundo gol que no fue y que hubiera puesto candado al segundo tiempo. Le faltó disponer de una situación de gol clara para él. Lo reemplazó Dybala.

Ángel Di María (7): se tiró a la izquierda para enloquecer al debutante Helibelton Palacios, pero lo padeció toda la defensa local. Aportó velocidad y cambio de ritmo, pero le faltó precisión (y también decisión) para definir ante el arco rival. Sintió el cansancio en la última media hora.

Paulo Dybala (-): Jugó apenas 20 minutos, pero aportó frescura aprovechando los espacios regalados por el fondo colombiano. El gol que marcó fue legítimo aunque no se lo cobraran: lo habilitaba Fabra; Ospina le sacó el otro, el tiro dio en el palo. Complemento óptimo para la delantera en una tarde como la de ayer.

Gino Peruzzi y Enzo Pérez (-): ingresaron a pocos minutos del final.

 

Fuente: Cancha Llena.-