Del Vaticano a la cancha: el Papa que prefiere el tenis y podría tener un club en Perú

El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost Martínez fue elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica, adoptando el nombre de León XIV, en sucesión del pontificado de Francisco. Con 69 años y raíces españolas, Prevost posee una sólida trayectoria dentro del Vaticano, incluyendo su designación en 2023 como prefecto del Dicasterio para los Obispos, organismo encargado de seleccionar y designar obispos a nivel mundial.

Aunque nacido en Chicago, Estados Unidos, León XIV mantiene una fuerte conexión con América Latina, especialmente con Perú, donde vivió durante más de dos décadas y adoptó la nacionalidad peruana. Su misión pastoral en ese país incluyó múltiples funciones en la Prelatura Territorial de Chulucanas, así como el rol de obispo de Chiclayo, al que fue nombrado por el papa Francisco en 2015.

En medio de su elección, surgió una curiosidad: el nuevo pontífice se declaró fanático del tenis, y en Perú se generó un debate respecto a su posible simpatía por clubes de fútbol como Juan Aurich y Alianza Lima, equipos que tienen presencia en Chiclayo y en la capital, respectivamente. Incluso el club Chicago Fire de la MLS, ciudad natal del Papa, fue mencionado como otra posible afinidad deportiva.

La Federación Peruana de Fútbol (FPF) no tardó en emitir un saludo:

“La fe tiene nuevo capitán y con nacionalidad peruana. Un momento histórico que une a millones de personas”, señalaron desde la entidad, celebrando el nombramiento como un orgullo nacional.

En una entrevista anterior, el flamante León XIV declaró:

“Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú, he tenido pocas oportunidades de practicar, así que estoy deseando volver a la cancha”, aunque aclaró que sus funciones actuales lo mantienen alejado de sus pasatiempos.

El nuevo Papa fue creado cardenal en 2023 y se lo considera un discípulo directo de Francisco, con quien compartió una visión pastoral centrada en la humildad, el servicio a los más necesitados y una Iglesia cercana a los pueblos.