Dueños de talleres habilitados en San Juan en contra de desregular el acceso a la RTO

El Gobierno busca habilitar concesionarias y talleres particulares para la revisión técnica, pero en la provincia temen por la calidad del proceso.

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imagen ilustrativa.

El avance del Gobierno nacional para desregular la Revisación Técnica Obligatoria (RTO) ha generado un fuerte malestar en los talleres habilitados de San Juan, que se enfrentan a la posibilidad de perder parte del control sobre las verificaciones vehiculares. En diálogo con Diario Móvil, uno de los titulares de estos talleres expresó que la medida pone en riesgo la calidad de los controles y la seguridad vial. “No molesta la competencia, pero realmente los talleres habilitados en la provincia hemos realizado una inversión considerable para tener las herramientas y aparatos necesarios para que el chequeo sea efectivo", señaló, destacando la importancia de las inversiones hechas para cumplir con los estándares de calidad exigidos.

La preocupación de los empresarios radica en que la apertura de los controles a concesionarias y talleres particulares podría significar una disminución en la calidad de las verificaciones. “¿Quién controlará que el resto de los talleres cuente con los mismos equipos?”, se preguntó el titular de uno de los talleres habilitados, alertando sobre las dificultades para garantizar que todos los establecimientos cuenten con la misma capacidad técnica. Además, agregó: “Se bajará mucho el nivel del control vehicular, lo que creo que terminará impactando en detrimento de las condiciones del parque automotor circulante”. La falta de un control riguroso sobre los nuevos actores podría dar lugar a una disminución de los estándares de seguridad vehicular, lo que podría afectar directamente a los conductores y a la sociedad en general.

Actualmente, los precios de la RTO en San Juan por vehículo son los siguientes: $30.000 para los autos, $37.000 para las camionetas y utilitarios (Categoría N 1), $50.000 para los transportes de carga, $45.000 para los transportes de pasajeros contratados, escolares y urbanos, y $25.000 para los taxis.

Por su parte, el Gobierno nacional sigue adelante con su plan de desregulación, respaldado por la Ley Nacional de Tránsito, que desde 1995 establece la posibilidad de que las verificaciones se realicen en concesionarias y talleres particulares, aunque hasta ahora nunca se había implementado. En ese sentido, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, comentó que la intención es que las provincias adhieran al cambio, para permitir que concesionarios y talleres autorizados puedan realizar la RTO. Según sus declaraciones en una entrevista reciente, “Se pretende que la verificación técnica se pueda hacer en un concesionario, por eso lo vamos a incluir en la Ley de Tránsito. Pero las provincias tienen que adherir a la medida para que se pueda aplicar en cada jurisdicción”.

El sector privado, por su parte, insiste en que las condiciones para llevar a cabo esta apertura no están del todo claras. La integración de los nuevos actores al sistema de verificación vehicular plantea varios desafíos técnicos, entre ellos, la necesidad de modernizar y digitalizar el proceso, lo que demandaría inversiones millonarias en equipamiento. Según Constantino Abella Roigt, presidente de Control Vehicular Argentino (CVA), “la única manera de hacerlo es con equipos conectados a una red, convirtiendo las plantas de verificación a la tecnología 4.0”. Abella Roigt también explicó que para poder implementar esta tecnología de manera eficaz, se deben incorporar herramientas de automatización, inteligencia artificial e Internet de las Cosas (IoT), que permitan realizar las verificaciones en tiempo real y conectar los sistemas de todos los puntos de verificación del país.

Por otro lado, la implementación de la digitalización, como la sustitución de la oblea por un documento digital, podría facilitar el proceso. No obstante, la capacitación y la infraestructura necesarias para sostener esta red digital representan un desafío adicional que aún debe resolverse. Las críticas también apuntan a la necesidad de garantizar que los talleres y concesionarias cuenten con el equipamiento adecuado y con personal capacitado para realizar las revisiones en condiciones de seguridad óptimas. La inversión necesaria para equipar un taller que quiera realizar una RTO se estima en alrededor de USD 100.000, lo que podría ser un desafío para los establecimientos más pequeños.

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