Fernando Báez Sosa: a cinco años de un crimen que marcó a la sociedad argentina

El 18 de enero de 2020, Villa Gesell se convirtió en el escenario de una tragedia que conmocionó al país. Fernando Báez Sosa, un joven de 18 años, fue brutalmente asesinado por un grupo de rugbiers en un acto de violencia que dejó una marca imborrable en la memoria colectiva.

Aquella noche, la discoteca Le Brique vibraba con la energía de un verano intenso, pero la alegría pronto se transformó en pesadilla. Tras una discusión insignificante, Fernando fue sacado del boliche. Minutos después, cruzó la Avenida 3 para comprar un helado, sin imaginar que se encontraría con su muerte.

En tan solo ocho minutos, un grupo de jóvenes de Zárate lo emboscó y desató una golpiza despiadada. Mientras Fernando luchaba por respirar, sus agresores reían, disfrutando del espectáculo macabro. La violencia culminó con su muerte, causada por múltiples traumatismos de cráneo y un paro cardíaco traumático.

El caso Báez Sosa no solo expuso la brutalidad de sus atacantes, sino también una compleja trama de mentiras y evasivas. Ocho jóvenes fueron detenidos, mientras que las movilizaciones en todo el país clamaban justicia. La frase “Justicia por Fernando” se convirtió en un grito unificador, reflejo del dolor y la indignación.

Cinco años después, el nombre de Fernando Báez Sosa sigue resonando. Su madre, Graciela, recuerda con dolor que este año su hijo habría recibido de abogado, un sueño truncado por la violencia y la discriminación.