¿Qué pasará con Carlos Sánchez en River?

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Carlos Sánchez
Carlos Sánchez
Aunque no renovó su contrato, ya tiene un pie afuera. Los hinchas le pidieron que se quedara en el club el año próximo. 




Las dudas sobre el futuro de Carlos Sánchez, la figura de River a la que los hinchas le reclamaron continuidad.

"El Negro no se va", entonaron los miles de hinchas de River cuando dejaba el campo de juego y se dirigía al vestuario. Él levantó una mano y, con la palma de la otra, tocó el escudo de la camiseta. Ya había hecho de las suyas. Afuera de la cancha, manteniendo en suspenso su continuidad. Adentro, con dos goles, uno de ellos emulando aquel recordado zurdazo de Pisculichi ante Boca en la Copa Sudamericana un año atrás. Es que el Negro, uruguayo, Carlín o Pato, cualquier apodo le sienta bien, es nada menos que Carlos Sánchez, quien volvió a ser la gran figura del equipo, en la victoria 3-1 sobre Chapecoense, por la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Ayer, Sánchez fue el niño mimado en River. Marcó dos goles claves para el triunfo y dejó al equipo de Marcelo Gallardo muy cerca de la semifinal, aunque en siete días deberá jugar en tierras brasileñas esa definición. Vaya si le sienta bien viajar a Brasil: aún está latente el recuerdo de aquel cruce de cuartos de final de la Copa Libertadores ante Cruzeiro, cuando también brilló y marcó para que los millonarios se clasificaran entre los cuatro mejores del certamen.

El futuro de Sánchez aún es incierto. Él mismo se encarga de sembrar esa duda. El contrato se le termina a fin de año, tiene 30 años y existe una posibilidad de que continúe su carrera en el exterior. "Espero que los dirigentes hagan un esfuerzo, pero si nos tenemos que ir, River no se va a quedar sin nada", dijo días atrás su representante, Nelson Ferro. "Me preocupa mucho su futuro en el club, aunque seguimos manteniendo la expectativa", agregó.

En River, Sánchez consiguió agrandar su figura de tal manera que llegó a la selección uruguaya. Debutó con la celeste en noviembre del año pasado, jugó la última Copa América y ya es una pieza habitual en las convocatorias del Maestro Tabárez. Con River ganó todo, hasta se dio el lujo de estar entre la primera lista de 59 nominados para el Balón de Oro. Tocó el cielo con las manos, aunque no todas fueron buenas para él en Núñez.

El uruguayo llegó al club en el momento más caliente de su historia. Se puso la banda roja para jugar el Nacional B, cuando Godoy Cruz, su equipo por aquel entonces, podía disputar la Copa Sudamericana. Eligió Núñez y transitó aquellos años turbulentos en el ascenso y en Primera con Almeyda. Luego llegó Ramón Díaz y dejó su lugar. Tuvo un paso fugaz por México, mientras en River Carlos Carbonero cuidaba un rato su puesto. Volvió en 2014, cuando el Muñeco se hizo cargo del equipo y fue fundamental en el River multicampeón.

Un hombre de goles importantes, como el de Brasil, el penal ante Boca en la Libertadores o en la final ante Tigres aquel torneo. Hizo los tantos con los que River consiguió la Recopa ante San Lorenzo y ayer volvió a marcar dos más. En Osaka, Japón, había conseguido su último tanto, hasta los de anoche.

"Fuimos justos ganadores", sentenció el uruguayo luego del triunfo. Sánchez se ganó hace rato el corazón de los hinchas millonarios, que ayer le volvieron a brindar una muestra de todo su cariño, un reclamo para que en el 2016 siga paseando su fútbol por Núñez. Por ahora, sólo disfruta de reencontrarse con el gol y de soñar conseguir una Copa más.

Fuente: La Nación

 

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