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El árbitro y efectivos policiales fueron atacados tras la eliminación del equipo local de la final del Torneo de Reserva.
La violencia en el fútbol volvió a ser protagonista este sábado en el campo de juego de Divisoria, donde un grave episodio empañó la jornada deportiva. Tras la eliminación del equipo local de la final del Torneo de Reserva, varios jugadores y miembros del cuerpo técnico reaccionaron con furia y arremetieron contra el árbitro, desatando una situación de caos que requirió la intervención de las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con los testigos y fuentes presentes, el conflicto comenzó al término del partido, cuando los integrantes de Divisoria, visiblemente molestos por la derrota, rodearon al árbitro y comenzaron a agredirlo físicamente. Los golpes y los insultos escalaron en cuestión de minutos, y la violencia rápidamente se trasladó también hacia los efectivos policiales que intentaban calmar los ánimos en la cancha.
El enfrentamiento se intensificó con corridas y empujones, y la situación se descontroló por completo cuando comenzaron a lanzarse piedras y otros objetos en dirección a los uniformados. En medio de este escenario de disturbios, la policía tuvo que redoblar esfuerzos para contener a los agresores y evitar que la violencia afectara a otros presentes.
Debido a la gravedad de los hechos y la persistente tensión, los organizadores decidieron suspender el partido de Primera División que estaba previsto para jugarse a continuación. Esta medida, aunque lamentada por algunos aficionados, se tomó en pos de garantizar la seguridad tanto de los jugadores como de los espectadores.
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