
Mateo sufrió un accidente de tránsito este fin de semana.
El hallazgo de una pistola Bersa 9 mm, reportada como robada, provocó un gran susto para una madre en Marquesado, San Juan, quien alertó a las autoridades.
Una madre sanjuanina vivió un episodio de pánico el pasado jueves 7 de noviembre cuando descubrió que su hija pequeña estaba jugando con un arma de fuego en el fondo de su casa en la Villa Chacabuco, conocida como Villa Larga, en la localidad de Marquesado, departamento de Rivadavia. La mujer, identificada como María Deolinda Gil, de 38 años, se percató de la peligrosa situación mientras supervisaba las actividades de su hija en el patio de su vivienda.
Al acercarse para revisar, Gil quedó horrorizada al ver a la pequeña sosteniendo una pistola. Con agilidad, le retiró el arma y de inmediato contactó al 911, alarmada por el hallazgo y preocupada por la seguridad de su familia. Cuando los agentes de policía llegaron al lugar, la madre les explicó que desconocía completamente cómo había llegado el arma a su propiedad.
La policía identificó la pistola como una Bersa 9 mm y, al investigar su procedencia, descubrieron que el arma había sido reportada como robada en un caso de la UFI Delitos Contra la Propiedad bajo el legajo 207/24. Se confirmó que pertenecía a un oficial de la Policía Federal que había denunciado el hurto del arma.
Mateo sufrió un accidente de tránsito este fin de semana.
El delincuente terminó atados de pies y manos, llorando y suplicando el parate del vecino. "No robo más", le dijo entre lágrimas. IMÁGENES SENSIBLES.
El pequeño fue alcanzado por una bala perdida durante un tiroteo entre bandas. La Justicia identificó a los sospechosos y continúa con los peritajes para determinar quién disparó el arma que provocó su muerte.
El documento de la UFI Delitos Especiales detalla que el pequeño Emir Barboza ingresó sin vida al Hospital Marcial Quiroga con un trauma abierto de tórax. La Justicia continúa investigando el origen del disparo.
El proteccionista Luciano Castro denunció que la familia del presunto agresor abandonó siete perros en el barrio Valle Grande tras el crimen del pequeño Emir. La ONG Mundo Patitas tomó el caso y pide ayuda urgente para darles refugio.