
Una camioneta impactó contra el menor. Él se encuentra internado en el hospital Rawson.
Las autoridades le dieron una pena de ejecución condicional, por lo que el autor de las amenazas de bomba y que pidió 5 millones de pesos, no irá al Penal.
Este viernes, las autoridades judiciales condenaron a Salem Gasque Wemer Nair, autor de una amenaza de bomba que alteró la tranquilidad del Centro Cívico el pasado 3 de octubre. Nair se comunicó con el servicio de emergencias 911 y afirmó haber colocado explosivos en el edificio principal de la administración pública, exigiendo una recompensa de 5 millones de pesos.
El alarmante incidente ocurrió alrededor de las 15:38, cuando el hombre, utilizando un teléfono celular que finaliza en 946, alertó sobre la supuesta bomba, alegando que su motivación era simplemente "porque se me dio la gana". En la grabación de la llamada, el autor dejó en claro que, si no se cumplía con su demanda, las cosas podrían "pasar a mayores".
Tras la investigación, las autoridades lograron ubicar y detener a Nair en Santa Lucía días después del suceso. Este viernes, en un juicio abreviado, lo condenaron a 2 años de prisión condicional por los delitos de falsa denuncia, intimidación al orden público y coacción. Dado que la sentencia fue inferior a 3 años y no tenía antecedentes, lo liberaron de inmediato.
El hecho generó gran preocupación entre los ciudadanos y una rápida respuesta de los cuerpos de seguridad, quienes realizaron una exhaustiva revisión del edificio, que resultó sin ningún artefacto explosivo. La situación puso de relieve la importancia de la seguridad pública y la gravedad de hacer amenazas infundadas en un contexto tan delicado.
Una camioneta impactó contra el menor. Él se encuentra internado en el hospital Rawson.
El principal sospechoso se encuentra detenido. Los femicidios sacudieron Córdoba.
Mateo sufrió un accidente de tránsito este fin de semana.
Tras su traslado al Hospital Rawson, se comprobó que la mujer tenía en su interior 99 cápsulas con cocaína, con un peso total de 1.141 gramos.
El delincuente terminó atados de pies y manos, llorando y suplicando el parate del vecino. "No robo más", le dijo entre lágrimas. IMÁGENES SENSIBLES.