
El enfrentamiento ocurrió en la mañana del domingo y requirió la intervención médica. Dos hombres se atacaron con vidrios y un tercero fue golpeado al intentar separarlos.
Los menores tenían 6 y 12 años. Los detalles del siniestro
El choque fatal en la Ruta 40 que se produjo el sábado por la noche entre una camioneta y un camión causó la muerte de los hermanos Lisandro y Exequiel Linares, y los hijos de cada uno, Martina (6) y Tahiel (12). La noticia provocó una fuerte conmoción en gran parte de la Patagonia.
Los dos hermanos eran reconocidos en el sur del país dado que siempre estuvieron ligados a la música y eso los llevó a viajar por ciudades como Villa La Angostura y San Carlos de Bariloche. Justo cuando iban de una localidad a la otra se produjo el trágico accidente.
Lisandro, conocido entre sus amigos como “Lycha”, era parte de la banda “Los Elegidos del Sur”, donde se encargaba de tocar la güira, un conocido instrumento de percusión dentro de la música tropical. Su pasión por la música lo llevó a dejar el fútbol, luego de pasar por varios clubes locales como Estrella del Sur de Bariloche y Deportivo Angostura.
La banda le dedicó un sentido mensaje una vez que se confirmó la noticia de su muerte: “Nunca estamos preparados para decir adiós a personas tan importantes en nuestras vidas. Hoy nos toca decir adiós a nuestro güirista. Gracias por tanta dedicación, compromiso y predisposición. Siempre presente en nuestros corazones. Recordándolos como la calidez y ejemplo de personas que eran. Con muchos momentos compartidos”.
Exequiel también era fanático de la música y participaba activamente de recitales. No estaba en la misma banda que su hermano, pero había integrado el grupo musical “Tu mambo”, con el que también recorrió gran parte de la Patagonia.
La banda le dejó un sentido mensaje a la familia Linares tras la muerte de uno de sus músicos. (Foto: Instagram).
Ambos tenían domicilio en San Carlos de Bariloche, Río Negro, pero viajaban constantemente a Villa La Angostura durante todo el año y tenían amistades de ambos lados del Lago Nahuel Huapi.
En uno de los tantos viajes que hacían desde Bariloche a La Angostura fue que se produjo el trágico accidente del que también resultaron víctimas fatales Martina, la hija de seis años que tenía Lisandro, y Tahiel, el hijo de 12 años de Exequiel.
Viviana Pérez, la madre de los dos músicos y abuela de los nenes fallecidos, comenzó una recaudación para solventar los gastos del velatorio. Posiblemente la despedida a las cuatro víctimas se realice en la mutual policial de La Angostura.
No es la primera vez que Pérez sufre una tragedia. Nueve años atrás, la mujer tuvo que atravesar una situación muy delicada. Sin embargo, en aquella oportunidad tenía a Lisandro y a Exequiel para contenerse.
Es que en el año 2015, el padre de Exequiel y Lisandro, junto a los dos hermanos menores de la misma familia, fallecieron en un brutal incendio que se desencadenó en su casa de Bariloche.
Nueve años después y tras esta nueva tragedia, la Municipalidad de Villa La Angostura decretó dos días de duelo. “Aclaramos que durante este período las actividades públicas y oficiales no se verán afectadas, pero las banderas serán izadas a media asta en señal de respeto”, sostuvieron.
El enfrentamiento ocurrió en la mañana del domingo y requirió la intervención médica. Dos hombres se atacaron con vidrios y un tercero fue golpeado al intentar separarlos.
El proyecto ubicado en Rawson avanza en su etapa final. Desde el IPV aseguran que, aunque no todos los trabajos son visibles, se trabaja a contrarreloj para cumplir con los plazos de entrega a las familias beneficiarias.
Un efectivo del Servicio Penitenciario intervino y alertó a la Policía para sumar apoyo. Lo atraparon en el interior del Barrio Costa Canal, pero los vecinos trataron de obstaculizar el procedimiento.
Se trata de Elio César Ortiz, un hombre de 60 años, se encuentra en situación de calle, sin trabajo ni hogar, y sobreviviendo en su camioneta.
La víctima fue identificada como Roberto Pallero, de 66 años. Según detalló su esposa, habría perdido el equilibrio tras ser golpeado por una rama.