El hombre que le arrojó botella a Milei aceptó su responsabilidad y seguirá preso

En un juicio abreviado, Gastón Ariel Mercanzini, que le arrojó un botellazo a Presidente el día de su asunción, aceptó su responsabilidad y seguirá detenido ya que tiene una condena anterior por violencia de género.

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Gastón Ariel Mercanzini, el hombre acusado de lanzarle un botellazo al presidente Javier Milei el 10 de diciembre pasado, cuando se trasladaba desde el Congreso hasta la Casa Rosada junto a su hermana e hirió a uno de sus custodios, aceptó su responsabilidad en un juicio abreviado. El defensor oficial Juan Hermida y el fiscal Carlos Rívolo acordaron esta mañana las condiciones de la sentencia -cuyos detalles no trascendieron- porque aún debe ser homologado por la jueza María Eugenia Capuchetti, revelaron a Infobae fuentes judiciales.

Mercanzini fue trasladado esta mañana a los tribunales de Comodoro Py 2002 desde la cárcel de Marcos Paz donde está preso. Es que pesa sobre sus hombros una condena a tres años de prisión en suspenso por violencia de género contra la madre de sus hijos. Precisamente, ahora se le definirá una pena unificada en las dos causas y el tiempo que tenga que estar en prisión. Hoy tuvo una audiencia primero con su defensa, y más tarde otra ante la jueza Capuchetti.

A las 13 del 10 de diciembre, Javier Milei iba desde el Congreso hasta la Casa Rosada y saludaba desde el auto junto a su hermana Karina Milei, hoy secretaria general de la Presidencia. Al pasar por Avenida de Mayo y Montevideo, llovió un botellazo de vidrio que cayó sobre el subcomisario Guillermo Armentano, perteneciente a la Superintendencia de Seguridad y Custodia de la Policía Federal Argentina, quien formaba parte del primer anillo de seguridad de Milei. El golpe fue arriba de la oreja y al custodio comenzó a caerle sangre hacia el cuello.

El encargado de lanzar la botella, desde atrás de un grupo de simpatizantes, había sido Mercanzini. “A pesar de la identificación de Gastón Ariel Mercanzini por parte de las fuerzas de seguridad locales en momentos posteriores al evento, no se labraron actuaciones en virtud de que no se lo logró vincular el incidente que motivó su demora con ningún hecho concreto”, se señaló. Sin embargo, el video de la agresión se viralizó el lunes 11, y desde la Federal dieron intervención el juez Ariel Lijo y el fiscal Rívolo, que estaban de turno. De inmediato se ordenó buscarlo.

Desde los medios comenzaron a publicarse su perfil en redes sociales: fotos con distintos referentes del Frente de Todos kirchneristas y comentarios “expresando desprecio hacia el gobierno actual y críticas relacionadas con la bandera estadounidense en el Obelisco”. “Son tan cortos de mente que me tuve que hacer otro perfil, no voy a ir en cana y si voy con la frente en alto, me animé a lo que muchos no pudieron”. El mensaje fue escrito por Mercanzini, cuando las imágenes ya estaban dando vuelta por las redes sociales y a él lo estaban buscando.

Mercanzini se entregó al día siguiente cuando fue a un canal de televisión. Tenía un corte en la frente. Desocupado, en situación de calle al momento en que atacó al presidente, con problemas de adicción, el acusado en su indagatoria se mostró arrepentido.

“Quiero pedirle disculpas al Presidente y a su hermana. No quise lastimar a nadie, no tuve ninguna intención de hacerlo. Yo no tengo militancia política, las fotos que aparecieron en los medios con dirigentes políticos me las saqué de cholulo”, declaró en su indagatoria. Gran parte de su declaración la usó para contar su historia: el ex funcionario de Cultura de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, es adicto, fue condenado a tres años por violencia de género y terminó viviendo en la calle. “Esa semana, del 3 al 10 de diciembre, me emborraché tres veces. El día del episodio estaba borracho. No sé qué se me cruzó por la cabeza. Estaba dolido al escuchar que para el Presidente electo el plan de convertibilidad era bueno. Me afectó mucho eso. Escuchar en la plaza que la gente aplaudía, que estamos mal, pero que la vamos a pasar peor, que los Falcon verdes...”, señaló.

Por el ataque a Milei, el fiscal lo acusó del delito de lesiones leves contra Javier Gerardo Milei y Karina Milei en grado de tentativa, y de lesiones consumadas para el custodio. La pena máxima por esa figura penal es de dos años de prisión. El juez Ariel Lijo elevó el caso a juicio. Como se trata de una causa de fuero correccional, la condena o absolución la resuelve otro juez de instrucción de Comodoro Py, con el mismo fiscal que impulsó. En este caso le tocó a Capuchetti.

El dato de color es que en el caso por el botellazo de Milei se volvieron a enfrentar los protagonistas de la causa por el atentado de Cristina Kirchner. La jueza Capuchetti, el fiscal Rívolo y el defensor Hermida, que le tocó representar al copito Fernando Sabag Montiel, el hombre que apuntó contra la ex vicepresidenta. Ese caso llegará a juicio oral en junio con otros jueces, fiscales y defensores.

Mercanzini tiene una condena anterior dictada en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, a tres años de cárcel (hasta ahora de ejecución condicional) por abuso sexual simple, lesiones leves dolosas calificadas en función de la relación de pareja y mediando violencia de género, lesiones leves y desobediencia judicial. La denunciante era su ex pareja y madre de sus hijos. Y además se le sumó otra causa: lo acusaron de robarse fichas en el Casino. En su indagatoria, que reveló Infobae hace unas semanas, también dijo que en aquel momento estaba borracho.

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