"No se dio cuenta que lo estaba apuñalando"
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PauArias
La madrugada del domingo, cerca de la 1.30 horas, Pablo Aguilar fue apuñalado por un delincuente en su propio hogar, frente a su esposa. Hoy se encuentra en terapia intensiva después de casi perder su vida. Su mujer Paula Arias estaba con él, afortunadamente resultó ilesa y fue de gran ayuda para que a Pablo no siguieran lastimándolo. Contó en medios locales lo que sucedió esa noche paso a paso.
Primero cabe resaltar que Pablo (34) pasó una muy buena noche y su recuperación va encaminada luego de la operación de urgencia que tuvieron que realizarle. Ya no necesita el respirador que ayudaba a su pulmón comprometido y tiene más movilidad.
La pareja había sufrido 15 días antes un robo también en su casa, por lo que piensa que fueron los dos mismos delincuentes que volvieron a buscar algo. Además, la zona hace aproximadamente 20 días no está custodiada por seguridad privada, como solía ser, y desde ese momento se transformó en una “zona liberada”. Eso, sin contar que a menos de una cuadra se encuentra la Central policial.
“Estábamos en la casa. Se notaba que había gente. Estaban los autos, se notaba. Pablo había quedado un poco sugestionado con el robo anterior y a cualquier ruido prestaba atención. Sintió un ruido muy fino y se levantó, no como una ventana que se abre bruscamente. Se levantó en el acto y apenas encaró la escalera los vio subiendo. En ese momento sin pensar los tacleó, se les tiró encima y cayeron al piso los tres. Uno escapó en ese momento y el otro quedó trenzado con Pablo”.
Mientras Pablo intentaba trabar al delincuente para que no escape, la adrenalina no lo dejó darse cuenta que lo estaban apuñalando. Con su mano izquierda, el delincuente llegó a darle 11 puñaladas que comprometieron su pulmón, riñón, hígado y diafragma. Si no llegaba Paula en ese momento atraída por los gritos de “llamá a la Policía” de su esposo, una puñalada más podría haber sido fatal.
“Agarré un cuchillo de la cocina y empecé a gritar y a amenazar al delincuente, estaba dispuesta a clavárselo, yo veía que lo tenía a mi marido y en la mano derecha le vi un arma de fuego. No lo lastimó con eso, creo que fue más que nada para amenazar o asustar. Pero hubiese sido mucho más fácil disparar. Con la mano izquierda lo apuñaló 11 veces. Hasta la intención de matar era clara”, explicó Paula, que se dio cuenta que su marido sangraba cuando se acercó con el cuchillo, momento en que el delincuente se aparta de Pablo y escapa por la ventana, con su cara tapada.
Paula sentó a su marido en el piso y cruzó corriendo al SMI para que la auxiliaran.
“Aparecieron dos chicos y les pedí que llamaran a la ambulancia. Empezaron a salir los vecinos de los gritos míos y llegó la policía de la Central. La ambulancia tardó 20minutos. Empezaron un par de horas de terror, mucho miedo, cuando entraron a operarlo. Fue un buen rato hasta que salió, lo trasladaron al Castaño donde permanece ahora en Terapia. En Urgencias del Rawson lo atendieron de primera, le salvaron la vida. Y en el Castaño lo están atendiendo como un rey. Los órganos respondieron bien a la operación”, detalló Paula.
Si bien no pudieron ver el rostro de los delincuentes porque lo tenían cubierto, Paula aseguró que quien apuñaló a su marido tenía entre 25 y 30 años. Además, la Policía pudo extraer varias huellas de la casa.
“Esto nos compromete a todos. Vivíamos medianamente tranquilos en San Juan y si vivimos un hecho como este, es porque llegó la inseguridad a este nivel acá. Nos comprometo a todos como sociedad a empezar a movilizarnos y exigir que quienes nos tengan que cuidar nos cuiden realmente”, concluyó la joven.
Primero cabe resaltar que Pablo (34) pasó una muy buena noche y su recuperación va encaminada luego de la operación de urgencia que tuvieron que realizarle. Ya no necesita el respirador que ayudaba a su pulmón comprometido y tiene más movilidad.
La pareja había sufrido 15 días antes un robo también en su casa, por lo que piensa que fueron los dos mismos delincuentes que volvieron a buscar algo. Además, la zona hace aproximadamente 20 días no está custodiada por seguridad privada, como solía ser, y desde ese momento se transformó en una “zona liberada”. Eso, sin contar que a menos de una cuadra se encuentra la Central policial.
“Estábamos en la casa. Se notaba que había gente. Estaban los autos, se notaba. Pablo había quedado un poco sugestionado con el robo anterior y a cualquier ruido prestaba atención. Sintió un ruido muy fino y se levantó, no como una ventana que se abre bruscamente. Se levantó en el acto y apenas encaró la escalera los vio subiendo. En ese momento sin pensar los tacleó, se les tiró encima y cayeron al piso los tres. Uno escapó en ese momento y el otro quedó trenzado con Pablo”.
Mientras Pablo intentaba trabar al delincuente para que no escape, la adrenalina no lo dejó darse cuenta que lo estaban apuñalando. Con su mano izquierda, el delincuente llegó a darle 11 puñaladas que comprometieron su pulmón, riñón, hígado y diafragma. Si no llegaba Paula en ese momento atraída por los gritos de “llamá a la Policía” de su esposo, una puñalada más podría haber sido fatal.
"La adrenalina no lo dejó darse cuenta que lo estaban apuñalando".
“Agarré un cuchillo de la cocina y empecé a gritar y a amenazar al delincuente, estaba dispuesta a clavárselo, yo veía que lo tenía a mi marido y en la mano derecha le vi un arma de fuego. No lo lastimó con eso, creo que fue más que nada para amenazar o asustar. Pero hubiese sido mucho más fácil disparar. Con la mano izquierda lo apuñaló 11 veces. Hasta la intención de matar era clara”, explicó Paula, que se dio cuenta que su marido sangraba cuando se acercó con el cuchillo, momento en que el delincuente se aparta de Pablo y escapa por la ventana, con su cara tapada.
Paula sentó a su marido en el piso y cruzó corriendo al SMI para que la auxiliaran.
“Aparecieron dos chicos y les pedí que llamaran a la ambulancia. Empezaron a salir los vecinos de los gritos míos y llegó la policía de la Central. La ambulancia tardó 20minutos. Empezaron un par de horas de terror, mucho miedo, cuando entraron a operarlo. Fue un buen rato hasta que salió, lo trasladaron al Castaño donde permanece ahora en Terapia. En Urgencias del Rawson lo atendieron de primera, le salvaron la vida. Y en el Castaño lo están atendiendo como un rey. Los órganos respondieron bien a la operación”, detalló Paula.
Si bien no pudieron ver el rostro de los delincuentes porque lo tenían cubierto, Paula aseguró que quien apuñaló a su marido tenía entre 25 y 30 años. Además, la Policía pudo extraer varias huellas de la casa.
“Esto nos compromete a todos. Vivíamos medianamente tranquilos en San Juan y si vivimos un hecho como este, es porque llegó la inseguridad a este nivel acá. Nos comprometo a todos como sociedad a empezar a movilizarnos y exigir que quienes nos tengan que cuidar nos cuiden realmente”, concluyó la joven.
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