Según su defensa, fue “ilegal y autoritario” que le hayan sacado los haberes mensuales que percibía por haber sido presidenta y como viuda del exmandatario Néstor Kirchner.
La oposición pretende extender en el país la victoria mendocina
Nacionales
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Tras la victoria de Cornejo, radicales, macristas y massistas apuestan al triunfo en otros cinco distritos en manos del PJ. Imaginan un mapa dividido a la mitad desde diciembre.
Los votos trajeron el triunfo, y con ellos llegó la ilusión de un futuro con más victorias sobre el kirchnerismo. Apenas terminados de contar los guarismos que decretaron la supremacía al amplio frente conducido por el radical mendocino Alfredo Cornejo en las elecciones provinciales de anteayer, los principales referentes de la oposición al Gobierno ya sueñan con replicar aquel domingo de festejo en otros rincones del país.
Más allá de la lógica mesura, fantasean con volver a levantar los brazos en las internas nacionales de agosto y las presidenciales de octubre, en las que macristas, radicales y partidarios de Elisa Carrió, por un lado, y massistas y delasotistas por otro, pelearán contra los candidatos de la Casa Rosada.
"El cambio ganó en Mendoza", resumió anteanoche Mauricio Macri. "La alternancia es posible en Mendoza, ojalá sea posible en la Nación", agregó ayer el titular del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, promotor del frente unificado que derrotó al PJ, actualmente en el poder provincial. "Nos alegra el triunfo porque demuestra que el camino a recorrer es con unidad y no con egoísmo", agregó Sergio Massa, todavía enojado con lo que considera una "actitud mezquina" del líder de Pro, que a nivel nacional no acordó con el Frente Renovador.
La alegría de los protagonistas del frente mendocino tiene otras fechas de festejo en el calendario. El 5 de julio, fecha en la que Mauricio Macri pondrá en juego su bastión, la ciudad de Buenos Aires, con chances ciertas de repetir el holgado triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en las PASO, habrá elecciones en La Rioja, dónde el radical Julio Martínez intentará, con un frente que también incluye a radicales, Pro, Massa y hasta Proyecto Sur, derrotar al actual vicegobernador, Sergio Casas.
Gerardo Morales (Jujuy); Eduardo Costa (Santa Cruz), José Cano (Tucumán) y Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca) son los otros postulantes radicales con chances ciertas de anotarse triunfos frente al kirchnerismo, la mayoría de ellos a la cabeza de una amplia alianza que no pudo replicarse a nivel nacional por la división entre el Frente Cambiemos (Pro, UCR, CC-ARI) y UNA (Sergio Massa y José Manuel de la Sota). Si se suma a la lista la probable victoria del delasotista Juan Schiaretti en Córdoba y de Alberto Rodríguez Saá en San Luis, los opositores se entusiasman con la posibilidad de un mapa dividido, casi en mitades, entre gobernadores kirchneristas y antikirchneristas, a partir del 10 de diciembre.
"La unidad se puede, es positiva. Y en muchos lugares dónde fuimos separados, como en Tierra del Fuego, perdimos. Hay un clima de cambio a nivel nacional", afirmó a LA NACION el diputado Martínez, confiado en sumarse luego de las elecciones en su provincia a Cornejo y al correntino Ricardo Colombi, único radical gobernador en la actualidad.
Al igual que Martínez, Morales y Cano insistieron ante Sanz y Macri en la necesidad de nuclear al amplio abanico opositor para derrotar al kirchnerismo antes del cierre de listas. El senador jujeño, por caso, enfrentará en octubre al inesperado tándem que conformaron el gobernador Eduardo Fellner y la dirigente de Tupac Amaru, Milagro Sala.
El diputado tucumano, en tanto, irá por la gobernación ante Juan Manzur, delfín del actual gobernador José Alperovich, y al igual que en Jujuy un buen componente de su voto es peronista. Martínez, Morales y Cano tienen una preocupación en común con Costa: la fiscalización de los comicios ante el poderoso aparato del Frente para la Victoria en muchas provincias.
Desde el macrismo coincidieron en festejar la victoria de Cornejo, pero marcaron distancia del massismo y relativizaron el eventual éxito de una confluencia total de opositores. "No es cierto que Massa haya integrado el frente ganador, dónde las fuerzas predominantes fueron la UCR y Pro", afirmó el secretario de Gobierno porteño, Marcos Peña. El funcionario reconoció que "cuando hay menos dispersión de candidatos se ve más clara la diferencia entre continuidad y cambio", y confió en que "se trata de un debate abstracto que se saldará en las PASO, cuando la gente decida quien representa el cambio", agregó Peña.
Cerca de Macri sumaron a la lista de probables ganadores a Alfredo de Angeli, senador de Pro que irá por la gobernación entrerriana en octubre junto a la UCR contra el FPV. Sin Massa ni peronistas disidentes como Jorge Busti. Y fueron precavidos en cuanto a extender una eventual cadena de triunfos locales a las presidenciales. "Las realidades locales son una cosa, las nacionales otra. En 1999, el PJ ganó casi todas las provincias pocos meses antes de que Eduardo Duhalde perdiera con De la Rúa", recordó un macrista con pasado peronista.
Más allá de la mesura pública, en la oposición se ilusionan con meses de sucesivos triunfos, en la antesala de las decisivas elecciones presidenciales de octubre. Mendoza es una postal que quisieran repetir.
Fuente: La Nación.-
Los votos trajeron el triunfo, y con ellos llegó la ilusión de un futuro con más victorias sobre el kirchnerismo. Apenas terminados de contar los guarismos que decretaron la supremacía al amplio frente conducido por el radical mendocino Alfredo Cornejo en las elecciones provinciales de anteayer, los principales referentes de la oposición al Gobierno ya sueñan con replicar aquel domingo de festejo en otros rincones del país.
Más allá de la lógica mesura, fantasean con volver a levantar los brazos en las internas nacionales de agosto y las presidenciales de octubre, en las que macristas, radicales y partidarios de Elisa Carrió, por un lado, y massistas y delasotistas por otro, pelearán contra los candidatos de la Casa Rosada.
"El cambio ganó en Mendoza", resumió anteanoche Mauricio Macri. "La alternancia es posible en Mendoza, ojalá sea posible en la Nación", agregó ayer el titular del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, promotor del frente unificado que derrotó al PJ, actualmente en el poder provincial. "Nos alegra el triunfo porque demuestra que el camino a recorrer es con unidad y no con egoísmo", agregó Sergio Massa, todavía enojado con lo que considera una "actitud mezquina" del líder de Pro, que a nivel nacional no acordó con el Frente Renovador.
"La alternancia es posible en Mendoza, ojalá sea posible en la Nación"- Ernesto Sanz.
La alegría de los protagonistas del frente mendocino tiene otras fechas de festejo en el calendario. El 5 de julio, fecha en la que Mauricio Macri pondrá en juego su bastión, la ciudad de Buenos Aires, con chances ciertas de repetir el holgado triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en las PASO, habrá elecciones en La Rioja, dónde el radical Julio Martínez intentará, con un frente que también incluye a radicales, Pro, Massa y hasta Proyecto Sur, derrotar al actual vicegobernador, Sergio Casas.
Gerardo Morales (Jujuy); Eduardo Costa (Santa Cruz), José Cano (Tucumán) y Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca) son los otros postulantes radicales con chances ciertas de anotarse triunfos frente al kirchnerismo, la mayoría de ellos a la cabeza de una amplia alianza que no pudo replicarse a nivel nacional por la división entre el Frente Cambiemos (Pro, UCR, CC-ARI) y UNA (Sergio Massa y José Manuel de la Sota). Si se suma a la lista la probable victoria del delasotista Juan Schiaretti en Córdoba y de Alberto Rodríguez Saá en San Luis, los opositores se entusiasman con la posibilidad de un mapa dividido, casi en mitades, entre gobernadores kirchneristas y antikirchneristas, a partir del 10 de diciembre.
"La unidad se puede, es positiva. Y en muchos lugares dónde fuimos separados, como en Tierra del Fuego, perdimos. Hay un clima de cambio a nivel nacional", afirmó a LA NACION el diputado Martínez, confiado en sumarse luego de las elecciones en su provincia a Cornejo y al correntino Ricardo Colombi, único radical gobernador en la actualidad.
Al igual que Martínez, Morales y Cano insistieron ante Sanz y Macri en la necesidad de nuclear al amplio abanico opositor para derrotar al kirchnerismo antes del cierre de listas. El senador jujeño, por caso, enfrentará en octubre al inesperado tándem que conformaron el gobernador Eduardo Fellner y la dirigente de Tupac Amaru, Milagro Sala.
El diputado tucumano, en tanto, irá por la gobernación ante Juan Manzur, delfín del actual gobernador José Alperovich, y al igual que en Jujuy un buen componente de su voto es peronista. Martínez, Morales y Cano tienen una preocupación en común con Costa: la fiscalización de los comicios ante el poderoso aparato del Frente para la Victoria en muchas provincias.
Desde el macrismo coincidieron en festejar la victoria de Cornejo, pero marcaron distancia del massismo y relativizaron el eventual éxito de una confluencia total de opositores. "No es cierto que Massa haya integrado el frente ganador, dónde las fuerzas predominantes fueron la UCR y Pro", afirmó el secretario de Gobierno porteño, Marcos Peña. El funcionario reconoció que "cuando hay menos dispersión de candidatos se ve más clara la diferencia entre continuidad y cambio", y confió en que "se trata de un debate abstracto que se saldará en las PASO, cuando la gente decida quien representa el cambio", agregó Peña.
Cerca de Macri sumaron a la lista de probables ganadores a Alfredo de Angeli, senador de Pro que irá por la gobernación entrerriana en octubre junto a la UCR contra el FPV. Sin Massa ni peronistas disidentes como Jorge Busti. Y fueron precavidos en cuanto a extender una eventual cadena de triunfos locales a las presidenciales. "Las realidades locales son una cosa, las nacionales otra. En 1999, el PJ ganó casi todas las provincias pocos meses antes de que Eduardo Duhalde perdiera con De la Rúa", recordó un macrista con pasado peronista.
Más allá de la mesura pública, en la oposición se ilusionan con meses de sucesivos triunfos, en la antesala de las decisivas elecciones presidenciales de octubre. Mendoza es una postal que quisieran repetir.
Fuente: La Nación.-
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