La compleja tarea de "educar" a la Policía

San Juan
Patricia Sirera
Patricia Sirera
Patricia Sirera es Asesora Letrada de Menores y quien capacita a los efectivos policiales sobre Victimología en la Universidad Católica de Cuyo. Debido a los casos cada vez más mediáticos sobre “malos tratos” a mujeres que se dirigen a denunciar violencia de género por parte de policías, se la consultó. Al principio defendió su trabajo y luego, admitió que “es difícil cambiar de mentalidad”.








Sirera forma parte de la cátedra de Victimología de la UCC, en la carrera CONCIENCIA CIUDANDA que la universidad brinda para oficiales de la Policía de la provincia y hace tres año vienen trabajando.

“Me extraña la opinión de recién. Nosotros un grupo de profesionales donde se encuentra el Dr. Quattropani, psicólogos, asistentes sociales, y la que habla, formamos profesionales en esta temática. La mirada de mi cátedra es justamente el acompañamiento de la víctima en el tratamiento de un hecho delictivo, si son víctimas de maltrato, violencia de género y demás. Lo que quería resaltar es que no me gustan las generalidades, uno no puede decir que todos los policías y que en todas las partes está tratando mal”.

Con esta respuesta la docente puso en primer término el ego de los profesionales que enseñan conciencia ciudadana antes del reconocimiento de la realidad que se plantea. Así suelen responder las instituciones cuando ven alterado su Statu Quo y Sirera lo resaltó cuando dijo que “hay mucha gente capacitada trabajando por este tema”.

“Hay muchas posibilidades y la víctima puede recurrir como en todas las instituciones grandes, habrá quien no, quien tenga una mirada diferente, comportamiento que no corresponda y para eso se ha habilitado la oficina de gestión. Si se ejerce violencia institucional desde la persona que tiene la obligación, si el funcionario policial tomó conocimiento de un hecho de violencia y no recibe la denuncia puede hasta perder su trabajo”, expresó y aseguró que también existe “la otra parte”, cantidad de mujeres que van a las comisarías y son bien atendidas.

Luego, bajó un poco la guardia y admitió que trabajar por “el cambio de mentalidad, de paradigmas” no es fácil.
“Hay avances y no dejar solo el mensaje de que usted irá a la comisaría y será maltratada”, dijo.

“Hay que ver a esta víctima no como alguien que denunciará y se arrepentirá, sino como una persona que está siendo muy valiente en ir a una comisaría. No es tan fácil y a través de los psicólogos se les capacita para qué entiendan por qué una mujer reacciona de tal forma. A veces no toman la denuncia porque piensan que no tiene sentido si se va a arrepentir”, justificó, en cierto punto Sirera y concluyó con sus argumentos.
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