Inalcanzable: Se necesitan 25 sueldos para comprar un auto 0 km

Economía
Los precios de los automóviles nuevos se duplicaron en los últimos dos años. Por eso, hoy hacen falta 5 ingresos más que en 2013 para acceder a un 0km.






 

 

Más de dos años. Casi 800 días. Si un argentino pudiera ahorrar el 100% de lo que gana cada mes, tardaría todo ese tiempo en reunir los fondos suficientes para acceder al cero kilómetro más barato del mercado. El dato muestra en qué medida la población, en sólo dos años, perdió capacidad de compra frente a los autos. Y en especial ante los más económicos, que se encarecieron a un ritmo frenético y ya no se ofrecen por menos de $ 125.000. En concreto, en abril de 2013, un argentino promedio todavía podía comprarse un coche nuevo con los ingresos de 20 meses: algo más de un año y medio. Pero hoy los modelos más baratos de las seis principales marcas del mercado, en sus versiones más básicas, exigen pagar lo que se gana en 25 a 32 meses.

El dato surge al tomar los precios de modelos “de entrada” como el Renault Clio Mio, el Volkswagen Gol Trend, el Fiat Palio Fire, el Chevrolet Classic, el Ford Ka Fly y el Peugeot 207 Compact. Y compararlos luego con lo que cobran en promedio, según el INDEC, las casi 23 millones de personas que en el país reciben ingresos. El último dato disponible ubica a ese indicador en $ 5.000. El relevamiento, basado en registros actuales y pasados de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara) y de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), muestra que hoy los coches más económicos, en su mayoría de tres puertas y sin grandes sofisticaciones, salen entre $ 125.200 y $ 157.700. Pero hace dos años se compraban con sumas entre los $ 60.900 y los $ 84.900.


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Así, los costos de acceder a un cero kilómetro “barato” se duplicaron. Subieron en promedio un 98%, por encima de lo que se apreciaron los coches de gama media. Y mucho más que el 67% que se actualizaron los ingresos de la gente en los mismos dos años, según admite el organismo estadístico oficial.

Un Clio Mio, por ejemplo, se compraba en 2013 con más de 20 ingresos a $ 60.900, pero hoy sale 105% más ($ 125.200) y los meses de ahorro subieron a 25. El Ford Ka pasó de $ 64.300 a $ 137.000 (113% más) y hoy su compra requiere 27,4 meses, 6 más que antes. Mientras, para un Chevrolet Classic, que duplicó su precio de $ 74.900 a $ 150.200, el esfuerzo ahora es de 30 cobros, unos 5 más. Y en el resto de las marcas el panorama es muy similar.

¿A qué se debe que los coches de gama baja se hayan encarecido tanto? En el sector explican que, en parte, es porque el año pasado se tornó obligatorio que todos los cero kilómetro, incluidos los económicos y las versiones “base”, traigan de fábrica doble airbag y frenos antibloqueo ABS. “Eso modificó los modelos que tomábamos como piso de cada segmento y tuvo un impacto en los precios. Lo otro que incidió fue el fuerte aumento en los costos de los insumos, que se fue trasladando a los precios al público en forma sucesiva”, explicó Alberto Príncipe, presidente de la CCA.

Sólo en 2014, año marcado por una brusca devaluación, los costos de adquirir vehículos subieron 50,6%, contra una inflación general que rondó el 38%, según la medición del gobierno porteño. En lo que va de este año, por su parte, los valores ya se elevaron otro 6%.Con otro método, en la consultora abeceb.com confirmaron a Clarín que el poder adquisitivo de los salarios también tuvo una marcada reducción en los últimos dos años a la hora de comprar coches de gama media, tras una década de crecimiento. Remarcaron igualmente que, “pese al retroceso que sufrió esta variable, hoy adquirir un vehículo todavía es más accesible al salario que en la década de los noventa”.

“Como se apreciaron más que los ingresos –agregó Príncipe–, los cero kilómetro se hicieron menos accesibles para la gente. Además, subieron mucho los impuestos, las patentes, los seguros, las naftas. Y las tasas de los créditos para comprarlos también se hicieron menos convenientes. Entonces, las ventas se resintieron. Y muchos compradores se volcaron a los usados, que tuvieron subas de precio más moderadas y siempre garantizan menos gastos de mantenimiento”.

En este contexto, de hecho, las ventas de autos nuevos se desplomaron un 28,6% el año pasado frente a un 2013 que había sido récord, y volvieron a caer otro 28,2% en el primer trimestre de este año, sin perspectivas de recuperación. Pero las transferencias de usados muestran otro panorama: se redujeron 11,2% en 2014. Y el mes pasado, sorpresivamente, volvieron a crecer.

 

Fuente: Clarín.-
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