Corea del Sur juzgará como crímenes las muertes por el hundimiento

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Park Geun-hye consideró que el comandante y algunos de sus subalternos cometieron actos "incomprensibles, inaceptables y equivalen a un homicidio". Hay nuevas detenciones por el hundimiento del ferry.

Investigación. Acusarán de asesinato a los conductores del ferry hundido en Corea del Sur.

Fuente: La Nación

Otros cuatro tripulantes del ferry que se hundió el pasado miércoles en Corea del Sur fueron detenidos hoy, luego de que la presidenta surcoreana criticara con virulencia la actitud del capitán y sus oficiales durante el naufragio que causó 64 muertos y 243 desaparecidos.

"Los actos del capitán y de ciertos miembros de la tripulación son totalmente incomprensibles, inaceptables y equivalen a un homicidio", declaró la presidenta Park Geun-hye. "No sólo yo, todos los surcoreanos tenemos el corazón roto, conmocionado y lleno de cólera", agregó la presidenta.

El capitán dijo inicialmente a los pasajeros que permanecieran en sus camarotes y esperó más de media hora para dar la orden de evacuación mientras el ferry Sawol se hundía. En una reunión de gabinete, Park dijo que el capitán y la tripulación "dijeron a los pasajeros que permanecieran en sus habitaciones pero ellos fueron los primeros en escapar tras abandonar a los pasajeros". "Legal y éticamente, éste es un acto inimaginable", sentenció.

La investigación examinará todas las partes implicadas, desde los inspectores encargados de la seguridad hasta la tripulación pasando por los dueños del ferry, precisó. Mientras tanto, continúan hoy las operaciones de rescate de las decenas de cuerpos presentes en el interior del ferry, al cual los buzos recién lograron introducirse ayer debido a la violencia de las corrientes y a una visibilidad casi nula. Hoy la cifra de muertos confirmados se elevó a 64, después de que los equipos de rescate recuperaran los cuerpos sin vida de otros seis pasajeros, que corresponderían a jóvenes de 16 y 17 años, a la espera de ser identificados.

Mientras, continúan las operaciones de búsqueda de los 238 desaparecidos, la mayoría estudiantes de un instituto de bachillerato de la ciudad de Ansan. Del total de 476 pasajeros del barco, 325 eran estudiantes de este centro en la periferia de Seúl, que se dirigían a la isla meridional de Jeju en un viaje escolar.

Detenidos

Además, la policía detuvo hoy a dos oficiales, un tercer tripulante y un mecánico para ser interrogados sobre las circunstancias del drama. El fiscal principal Ahn Sang-don dijo que la Fiscalía decidirá en 48 horas si pide a la corte órdenes de arresto contra los cuatro.

El sábado último, habían sido detenidos el capitán, Lee Joon-seok, y dos miembros de la tripulación, uno de ellos una oficial subalterna con poca experiencia que iba a timón en el momento del accidente. Todos son acusados de negligencia, fallos en la seguridad de los pasajeros y violación del código marítimo.

Tras la revelación, ayer, de la transcripción de las comunicaciones del barco con las autoridades marítimas -que demostró el grado de incapacidad de decisión que había entre la tripulación durante el hundimiento-, el capitán del barco, Lee Joon-seok, está cada vez más comprometido.

El capitán, de 69 años y muchos de experiencia, retrasó demasiado la evacuación del ferry y luego abandonó a su suerte a los pasajeros cuando dejó el barco cuando cientos de personas seguían atrapados a bordo, estimó la presidenta. Un video mostró que el capitán Lee Joon-seok, de 68 años, estuvo entras las primeras personas que fueron rescatadas. Integrantes de su tripulación dijeron que había sufrido heridas pero un doctor que lo atendió dijo que no presentó fracturas y sólo presentó heridas leves.

Con el ferry inmovilizado, los pasajeros recibieron la orden de no moverse de sus asientos durante más de 40 minutos, según los testimonios de los supervivientes. Cuando el transbordador comenzó a escorarse y hundirse, ya era demasiado tarde para salir del barco, los pasajeros no lograban trepar a lo largo de los corredores deslizantes, inclinados, mientras entraba el agua.

Las familias de los fallecidos y desaparecidos critican agriamente la reacción del Gobierno y autoridades después del naufragio, estiman sobre todo que los socorristas tardaron demasiado en introducirse en el ferry, enteramente sumergido. Los cuerpos, envueltos en lienzo blancos, son desembarcados en el pequeño puerto de Jindo, donde se escuchan los llantos y gritos de las familias, antes de ser conducidos a una tienda para ser identificados.
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