Aniversario: Molina Campos, el pintor de las costumbres gauchescas

Hoy se cumplen 55 años del fallecimiento de Florencio Molina Campos, el dibujante y pintor de las costumbres argentinas.



Florencio de los Ángeles Molina Campos, dibujante y pintor conocido por sus dibujos costumbristas de la pampa argentina. En ellos rememora con un toque humorístico típicas viñetas gauchescas de aire entrañablemente caricaturesco.

Su dibujo inspirado principalmente en el mundo gauchesco, refleja a un observador agudo de la realidad nacional.

Florencio Molina Campos, nacido en Buenos Aires el 21 de agosto de 1891, muere el 16 de noviembre de 1959 en su ciudad natal.

Fue la imagen de Florencio la del típico argentino, simpático, entrador, audaz, excelente bailarín, con un envidiable carisma del que se valía para amenizar las reuniones a las que concurría. Poseía un fuerte carácter, que rasaba en ocasiones al mal humor. Era amante de la música clásica, que escuchaba durante las noches mientras pintaba.

No tuvo una visión comercial de lo que hacía. Pintaba porque le gustaba pintar. Cuando por la guerra no entraban al país las hojas que utilizaba, pintó sobre cajas de ravioles, cuyo material reunía buenas cualidades como soporte de su arte. Jamás proyecto su obra a futuro. Vendía sus pinturas pero a precios sumamente baratos para la época, que solo le permitieron vivir decorosamente.

Otro aspecto muy controvertido, era que en algunos dibujos mostraba a los caballos con las cuatro patas en el aire. Fue profundamente criticado por ello. Él sostenía que pintaba lo que veía. Años después, cuando el cine perfeccionó sus técnicas, permitió observar en las imágenes cuadro a cuadro que, efectivamente, hay un montón en el galope del caballo en que sus patas sobrepasan a sus manos, y el animal está totalmente en el aire.

Una de las obras más importantes que dejó Molina Campos fue la colaboración en el libro Fausto, de Estanislao del Campo, en el que quedaron plasmadas sus ilustraciones.

Definitivamente, Molina Campos era un agudo observador, y tenía una memoria fotográfica única. Al respecto, cabe mencionar que debido a los ligeros pero agudos detalles de sus obras, estas han sido aceptadas como referente histórico para quienes deban “emprendar” un caballo.