EcoInclusión, una ONG fabrica ecoladrillos con fines sociales

EcoInclusión se dedica a construir ladrillos ecológicos. La ONG, que es de Córdoba, transforma desechos plásticos en ladrillos destinados a la construcción de viviendas en proyectos con impacto social para los más necesitados. Con esta idea, EcoInclusión ganó el certamen regional Desafío Google.org y recibirá $600.000 dólares para desarrollar su proyecto y llegar a más personas con escasos recursos y necesitan una vivienda digna.

La mayoría de productos que compramos y utilizamos poseen plástico. El plástico lleva mucho tiempo en degradarse, por lo que supone un impacto en el medio ambiente si no es desechado de manera correcta. Como opción para la reutilización de residuos plásticos o residuos que poseen algún porcentaje de plástico apareció el ecoladrillo. Esta fue la idea que tuvo una ONG Argentina para transformar los desechos plásticos en un medio para la construcción y le permitió ganar el certamen regional Desafío Google.org. Se trata de EcoInclusión, de Córdoba, que usará el dinero del premio, que es de  $600.000 dólares, para avanzar en un proyecto de fabricación de ladrillos ecológicos a través del reciclaje de botellas de plástico PET. Fue elegida entre más de 2.300 proyectos que se presentaron provenientes de todo el mundo.

EcoInclusión, que logró su lugar en la final gracias al voto del público, es una organización sin fines de lucro que nació en 2014 en la ciudad de Alta Gracia, Córdoba, por el impulso de tres amigos: Fabián Saieg, Leandro Lima y Leandro Miguez.

"Estamos muy contentos y queremos agradecer a todos los que nos acompañaron en este recorrido. Este premio nos permite seguir adelante con el trabajo que venimos llevando a cabo para poder fabricar una mayor cantidad de ladrillos destinados a viviendas sociales y, al mismo tiempo, colaborar con el medioambiente al reducir los desechos de plástico PET", cuenta Fabián Saieg.

La Fundación se encarga de reciclar botellas de plástico y transformarlas en ladrillos ecológicos para la construcción de viviendas sociales o para proyectos comunitarios de alto impacto. Los ladrillos son un desarrollo y cuenta con una patente del Conicet que los autoriza a  producirlos. “Se pueden utilizar en cualquier tipo de vivienda, se pueden apilar sin una viga antisísmica hasta dos pisos. Pero también se podrían construir un edificio utilizando una construcción donde simplemente cierren y no soporten el peso”, explica Leandro Lima.

En Argentina, se tiran 12 millones de botellas plásticas por día y sólo se recicla el 15%. Por otro lado, hay 3 millones de argentinos que no tienen una vivienda digna. Desde la ONG estiman que con los ladrillos ecológicos podrán reutilizar más de 50.000 toneladas de plástico por año. Con esta cantidad planean construir casi un millón de metros cuadrados de viviendas sustentables.

En su fabricación se usa polietilen-tereftalato (PET) procedente de envases descartables de bebidas, en combinación con cemento pórtland como ligante, más un aditivo químico que mejora la adherencia de las partículas plásticas al cemento. El invento permite reutilizar grandes cantidades de plástico, ya que cada ladrillo se hace con 20 botellas descartables. El proceso se lleva a cabo triturando los plásticos con un molino, luego en una hormigonera común se hace una mezcla con el cemento pórtland y el aditivo, que luego se coloca en una bloquera manual que le da forma a los ladrillos.  “El proceso es simple porque es como hacer bloques de cemento y arena, sólo que se remplaza la arena por las partículas de plástico PET”, asegura Fabián.

Este invento propone soluciones simples a problemas complejos. Primero, da alternativas para reutilizar todo tipo de plásticos, que en algunos casos llega a tardar 700 años en descomponerse. En segundo lugar, genera una fuente de trabajo para aquel encargado de hacer los ecoladrillos y reduce la cantidad de basura que va a parar a los vertederos. Y por último, crea conciencia en la sociedad sobre la importancia de construir un nuevo material a partir de la reutilización de determinados productos

“Nuestro modelo de trabajo es a través de la firma de convenios con municipios y comunas para generar un proceso de recolección diferenciada, en el cual se colocan canastos en diversos puntos de la ciudad, luego a ese plástico lo trasladamos hasta nuestra planta y lo trituramos, realizamos una mezcla con cemento y aditivos y fabricamos nuestro ladrillo ecológico. Las características técnicas son similares a la de un ladrillo de barro común con la diferencia de que son más livianos y poseen mayor capacidad aislante. Además  tienen el valor agregado de que para fabricar un ladrillo utilizamos 20 botellas plásticas de las grandes”, explica Leandro Lima.

Los ladrillos realizados a partir del reciclado de plástico PET continúan con el ciclo natural del ecosistema y son utilizados con un fin social. La Fundación EcoInclusión realiza donaciones a entidades como comedores, escuelas o cualquier tipo de construcción social. “Si cada uno de nosotros comprendiera que con cada botella que tira puede colaborar en la construcción de una vivienda, no habría falta de ladrillos ni de hogares”, concluye Leandro.