Calingasta: El PARAÍSO SANJUANINO

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Este valle de San Juan brinda una naturaleza rústica en donde los paisajes, la cultura y la propia historia de la que fue protagonista, ofrecen una alternativa perfecta para el turista y los sanjuaninos que quieren encontrar bellezas y aventuras en las excursiones. En Calingasta se pueden  recorrer senderos de gran belleza, practicar deportes y disfrutar de paisajes únicos en el país. 


Calingasta es uno de los más cautivantes valles entre las montañas de la precordillera de la provincia de San Juan. El pueblo brinda naturaleza agreste, oasis de frutales y da acceso a un entorno natural ideal para el turista de aventura con carrovelismo, andinismo, pesca deportiva y caminatas en los Valles Andinos. Es por ello que viajar a este departamento es una experiencia atrayente, pues se podrá ver, apreciar y admirar paisajes naturales de gran belleza. Además, la entrada al departamento forma un cañón imponente como no hay otro en el país.




Es el departamento más extenso de la provincia, con 24.700 kilómetros cuadrados de superficie y encierra un rico pasado histórico que data mucho antes de la fundación de San Juan. Las primitivas poblaciones indígenas establecidas en esos valles desarrollaron sus actividades bajo la influencia del imperio Inca y posteriormente por los conquistadores españoles y los jesuitas, más tarde, establecieron las bases de los distintos pueblos que conforman Calingasta.


De esta civilización precolombina proviene su nombre. Según la tradición lugareña y la investigación de algunos historiadores, responde a Calin, jefe o cacique, y gasta, población o nación.


Para llegar a Calingasta, se va bordeando el río San Juan y recostados en los contrafuertes del  cerro El Tontal, con un particular paisaje de río y cerros, alternando con el verde de la variada vegetación que lo rodea. También se puede disfrutar de uno de los tramos más hermosos de la ruta montañosa, como el Paraje de Pachaco, a más de 1300 metros de altura sobre el nivel del mar.


Muy cerca está el paraje El Palque, donde existe una capilla en que se conservan los restos de Margarita Lima, una de las antiguas habitantes de Pachaco, cuando allí existían cultivos y huertos, que el río destruyó. Hoy es la virgen de Pachaco.


Atractivos naturales y turísticos para todos los gustos


Partiendo desde Las Hornillas, subiendo la Cuesta de El Espinacito, a más de 4500 metros sobre el nivel del mar, se llega a Valle Hermoso, por donde cruzó el General José de San Martín con el firme propósito de liberar a Chile y Perú.


Se puede recorrer este camino a lomo de una mula, cruzando arroyos rodeados de pastos verdes, con la imponente montaña como único testigo de aquella epopeya de 1817. Es por ello que para los turistas que se sumaron a esta experiencia es una aventura que se convierte en hazaña. También se puede efectuar una ascensión al cerro Mercedario, que es el desafío máximo para la práctica del montañismo.


Por otro lado, un lugar de visita imperdible para la mayoría de los turistas que visitan el departamento es la Pampa del Leoncito o Barreal Blanco. Esta blanca sabana extendida de sur a norte por 11 kilómetros es uno de los escenarios preferidos para la práctica del carrovelismo que requiere planicies y vientos constantes.


Al sur de Barreal Blanco están el cerro El Tontal, el complejo astrográfico El Leoncito. Allí observar las estrellas de noche en el cielo más límpido de América.


Otro atractivo es el cerro El Alcázar, ubicado a la salida de la Villa de Calingasta. Además, se puede disfrutar de las ruinas de Hilario, cabalgatas o recorridas en auto por Villa Pituil, Tres Esquinas, el río, la calles de los enamorados y los Cerros Colorados para advertir la presencia de los aborígenes del lugar.

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