Oscar Rubén Bravo, de 54 años, falleció este miércoles por la noche en la intersección de Saturnino Sarassa y Abraham Tapia, frente a una verdulería.
Un club sanjuanino contiene y ayuda a nenes sanjuaninos vulnerables
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A través de las distintas disciplinas del deporte los niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad pueden ser integrados y contenidos. Justamente el ISCA YACU Básquet Club se ocupa de fomentar para esta integración y contención los valores sociales y habilidades deportivas de manera sana y divertida a los chicos que allí concurren.
El deporte no solo es un asunto de salud, también es una herramienta efectiva en la educación de los niños, pues a través de la actividad deportiva se fomentan valores y habilidades de manera sana y divertida. Además funciona como ámbito de contención para niños que por situaciones de la sociedad actual se ven vulnerados. En San Juan hay varias instituciones deportivas que se dedican a esta función social, y una de ellas es el ISCA YACU Básquet Club. La institución se encuentra en Capital y aunque sus instalaciones son reducidas, su función social y pasión por este deporte son grandes.
Allí juega y trabaja Gabriel Castro, un joven deportista quien es técnico entrenador de las categorías formativas en donde se entrena a los más chicos. “La ida de la institución es hacer una contención en los chicos para que no anden tanto en las calles, sino que se los trata de guiarlos por otro lado. Queremos que se sientan contenidos con el deporte y no en otros ámbitos de la sociedad, que como está hoy en día son peligrosos”, cuenta Gabriel en una entrevista para el diario. La labor el entrenador es totalmente desinteresada, pues por encima de los logros personales que pueda tener están las necesidades y la formación de los chicos.
Estar en un equipo deportivo crea un sentido de pertenencia que genera identidad y fuerza entre los chicos en formación. Esto es muy importante para los niños que asisten al Club ISCA YACÚ, pues muchos de ellos se encuentran en situaciones de vulnerabilidad por distintas circunstancias. “La situación de ellos es muy complicada y escasas en donde no tienen muchos recursos como para recibir una buena base deportiva. El ISCA YACÚ es un club muy familiar donde buscamos la integración de los chicos más que nada. Además, por lo que dicen los familiares y los padres, más lo que nosotros vemos con los profes, están muy contenidos. Muchos de ellos tienen problemas familiares por los padres o circunstancias determinadas, y vienen acá para buscar lo que no encuentran en sus casas”, expresa Gabriel.
El deporte genera en los pequeños el trabajo en equipo, a colaborar con otros y a aprender que la fuerza está en la unión de muchos. “En las categorías formativas no se busca la competencia, sino que se les enseñarles la disciplina y que se diviertan los chicos. Pero también queremos que los chicos puedan progresar y estar en el día de mañana en la Selección de San Juan y si en un futuro pueden ser de la Selección Argentina, mejor aún. La idea es transmitirle todo lo que hemos aprendido en este deporte pero también aprendan los modales, como comparte, respeto, responsabilidad, trabajo en equipo y el espíritu de la solidaridad. Son las bases que nosotros imponemos al entrenar”, concluye Gabriel.
El deporte no solo es un asunto de salud, también es una herramienta efectiva en la educación de los niños, pues a través de la actividad deportiva se fomentan valores y habilidades de manera sana y divertida. Además funciona como ámbito de contención para niños que por situaciones de la sociedad actual se ven vulnerados. En San Juan hay varias instituciones deportivas que se dedican a esta función social, y una de ellas es el ISCA YACU Básquet Club. La institución se encuentra en Capital y aunque sus instalaciones son reducidas, su función social y pasión por este deporte son grandes.
Allí juega y trabaja Gabriel Castro, un joven deportista quien es técnico entrenador de las categorías formativas en donde se entrena a los más chicos. “La ida de la institución es hacer una contención en los chicos para que no anden tanto en las calles, sino que se los trata de guiarlos por otro lado. Queremos que se sientan contenidos con el deporte y no en otros ámbitos de la sociedad, que como está hoy en día son peligrosos”, cuenta Gabriel en una entrevista para el diario. La labor el entrenador es totalmente desinteresada, pues por encima de los logros personales que pueda tener están las necesidades y la formación de los chicos.
Estar en un equipo deportivo crea un sentido de pertenencia que genera identidad y fuerza entre los chicos en formación. Esto es muy importante para los niños que asisten al Club ISCA YACÚ, pues muchos de ellos se encuentran en situaciones de vulnerabilidad por distintas circunstancias. “La situación de ellos es muy complicada y escasas en donde no tienen muchos recursos como para recibir una buena base deportiva. El ISCA YACÚ es un club muy familiar donde buscamos la integración de los chicos más que nada. Además, por lo que dicen los familiares y los padres, más lo que nosotros vemos con los profes, están muy contenidos. Muchos de ellos tienen problemas familiares por los padres o circunstancias determinadas, y vienen acá para buscar lo que no encuentran en sus casas”, expresa Gabriel.
El deporte genera en los pequeños el trabajo en equipo, a colaborar con otros y a aprender que la fuerza está en la unión de muchos. “En las categorías formativas no se busca la competencia, sino que se les enseñarles la disciplina y que se diviertan los chicos. Pero también queremos que los chicos puedan progresar y estar en el día de mañana en la Selección de San Juan y si en un futuro pueden ser de la Selección Argentina, mejor aún. La idea es transmitirle todo lo que hemos aprendido en este deporte pero también aprendan los modales, como comparte, respeto, responsabilidad, trabajo en equipo y el espíritu de la solidaridad. Son las bases que nosotros imponemos al entrenar”, concluye Gabriel.
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