Descubrí la emotiva lucha de Di María para poder ser padre

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Di María
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Fideo celebra hoy por segunda vez como papá justo cuando la Argentina debuta ante Bosnia; hace un año y dos meses, había sólo 30 por ciento de posibilidades que la pequeña Mía sobreviviera; hoy, todo cambió. 




Di María disfruta cada segundo con su hija

 

Fuente: La Nación.

Son las 12 de la noche en Madrid. Angel Di María junto a su mujer Jorgelina Cardoso vuelven destruidos del hospital Montepríncipe. Están vacíos de alma y cuerpo en el auto rumbo a casa. Acaban de decirle buenas noches a su pequeña hija Mía, quien está internada hace días tras nacer por cesárea con sólo seis meses de gestación el 22 de abril de 2013. Desde ese día y por dos meses, hasta que el 13 de junio le dieron el alta, Angelito y su esposa visitaron todos los días a la beba, quien entre cables y problemas luchaba por su vida.



Anteayer se cumplió un año de ese 13 de junio inolvidable en la vida de Angelito. Encima el destino quiso que ese mismo día falleciera Germán, el padre de Jorgelina. Hoy, el Fideo seguramente mirará al cielo cuando entone el himno argentino en el Maracaná y pensará en Mía y en todo lo que luchó en este último tiempo. Di María está a horas de empezar a jugar su segundo Mundial y justo en el Día del Padre, el segundo que vivirá al lado de Mía.

"Mi hija me enseñó que todo se puede, a saber que lo más difícil a veces se puede convertir en algo fácil, en que el esfuerzo de uno puede tener recompensa, me enseñó a saber sufrir y a saber aguantar el dolor, a ser más fuerte. Todo esto que me transmitió me ayudó a hacer un año espectacular. Se lo debo a ella y a mi mujer, que son las que siempre están a mi lado y siempre apuestan por mí", le contaba Di María al diario Marca, días después de consagrarse campeón de la Champions League con Real Madrid y con él como la gran figura de la goleada en el alargue ante Atlético Madrid.

¿Qué pasó aquel 22 de abril de 2013? Jorgelina empezó a perder líquido, pese a que el embarazo llevaba seis meses de gestación, y la llevaron al hospital. Los médicos encargaron de urgencia una cesárea. Había 70 por ciento de posibilidades de que no sobreviviera. Pero Mía, con el ímpetu que su padre muestra en la cancha, luchó y lo consiguió. Estuvo dos meses internada. Eran esos días en los que Angelito y su mujer iban dos veces a sólo ver a su hija. De día y luego de noche para desearle buenas noches.

"No fue fácil, pero había que luchar para seguir adelante. Pasamos allí más de dos meses, siempre estábamos con los mismos padres, el dolor te une ahí adentro, te hace más fuerte, y tuvimos muy buena relación con todos los papás que tenían bebés ahí dentro. Mi mujer sigue hablando con ellos también en un grupo de whatsapp. Hablan, se mandan fotos de todos los bebés, hicimos una gran amistad", recuerda Di María. Cuando hace casi dos meses Mía cumplió un año, decidieron invitar a los otros niños que por entonces estuvieron internados en el hospital luchando codo a codo para vivir.


El 22 de abril último, el del primer cumpleaños, Jorgelina publicó una emotiva carta en su cuenta de Instagram : "Cesárea programada para las 19 hs. Nervios, angustias, miedo, mucho miedo... Alto porcentaje de no venir a este mundo, otro tanto de quedar con secuelas importantes. ¿Qué será de tu vida mi pequeña gran Mia? ¡Cuántas lágrimas! Llegaste a este mundo... Y ahora lo peor. 2 meses en la Unidad de Cuidados Intensivos. Nadie más que papá y yo sabemos el dolor que causaba verte tapada de cables y aparatos en tu bella carita. Nada más triste que volver a casa con los brazos vacíos y los pechos llenos de dolor. Infecciones, transfusiones, ¿qué será de vos mi amor? Lágrimas que empapaban nuestra almohada cada noche, nudo constante en la garganta. Ganas de ir a buscarte y no volverte a soltar en nuestras vidas. ¿Qué te deparará el destino? Tenía la certeza que tu abuelo Germán, mi amado viejito, te estaba cuidando las 24 horas del día en el bendito hospital. Día 13 de junio del 2013, maldito 13 que te llevaste a mi padre, bendito 13 que mi padre hace que deje de odiar, te dan el alta princesa de mis sueños. Te traemos a casa, simplemente felices. Un año después, 22 de abril de 2014, podemos decir que eres una niña sana, fuerte, muy divertida y gran luchadora de esta vida, tu vida, nuestras vidas. Viniste a este mundo para enseñarnos que no hay que rendirse JAMÁS y para demostrarnos que si uno quiere, este mundo puede ser de un hermoso color de rosas. TE AMAMOS HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ. Papá y Mamá".

Hoy, Di María no vivirá un día del padre tradicional. No irá su hija corriendo a su cama el domingo temprano para llevarle el regalo, no habrá almuerzo en familia. Angelito tiene una cita, a las 19, en el Maracaná, para empezar otra Copa del Mundo con la selección ante Bosnia. En su alma y su mente, sentirá el abrazo de su amada Mía para darle fuerzas y seguir superándose.
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