Tienen una hija con discapacidad, esperaron 44 años y hoy cumplieron el sueño de la casa propia

María, una de las beneficiarias de las viviendas entregadas en Rawson, compartió su profunda emoción tras décadas de vivir de alquiler y soñar con un techo propio para su familia.

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El acto de entrega de viviendas del IPV en el Barrio Valle Grande Norte de Rawson estuvo cargado de emoción, pero la historia de María conmovió especialmente a los presentes. A sus 44 años de lucha y espera, la mujer finalmente recibió las llaves de su casa propia, un sueño que sostuvo por más de cuatro décadas.

"Hoy la casita es suya. Es mía," alcanzó a decir María con la voz entrecortada por la emoción, visiblemente conmovida y agradecida. Su principal motivación a lo largo de este tiempo fue su hija. "Mi hija tiene conmociones refractarias, con gastrificación cerebral," explicó, revelando la necesidad imperiosa de contar con una vivienda estable y adaptada.

María relató la constancia de su búsqueda, que nunca cesó: "Siempre, siempre iba, siempre, nunca dejaba de ir al Instituto de la Vivienda a ver qué esperanza había." La fe se mantuvo intacta y tuvo su recompensa en el sorteo más reciente. "Y en la última inscripción que hubo en octubre, y el primero fue el sorteo. Y yo dije, Señor, esta va a ser mi casa, este va a ser mi año. Y fue. Así que le doy gracias a mi Dios."

La familia, que también incluye a sus nietos que viven con ella, dejó atrás una vida marcada por la inestabilidad. "De alquiler, alquiler, alquiler. Alquiler toda la vida," contó María. Recién en los últimos años pudo vivir en la casa de su madre, pagando gastos fijos como si fuera un alquiler.

Ahora, con las llaves en mano, comienza una nueva etapa. Su compañero, visiblemente emocionado y visto por los periodistas "saltando de allá atrás," compartió su alegría: "La verdad que muy contento porque es tanto, no para nosotros, sino para los hijos."

María, con la sabiduría de los años y la satisfacción del deber cumplido, solo piensa en disfrutar el presente. "Disfrutarla y gozarla y darle lo que más uno pueda," concluyó, lista para llenar su nuevo hogar de recuerdos y amor familiar.

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