Confirman cuándo estará funcionando nuevamente el trencito del Parque de Mayo

El plan contempla tres obras simultáneas: restauración del lago, construcción de nuevos sanitarios y reactivación completa del trencito, que regresará en formato eléctrico y con nuevas medidas de seguridad.

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La recuperación del trencito del Parque de Mayo empieza a tomar forma concreta y ya no como un proyecto en abstracto: la subsecretaria de Infraestructura, Andrea Fernández, confirmó que la ejecución de los trabajos comenzará a mediados de enero de 2026, una vez concluida la etapa de evaluación y adjudicación de la licitación. Esa fecha, junto con otra igual de relevante, marca el ritmo de la intervención: tanto el nuevo tren como el puente peatonal del lago tienen un plazo estimado de 180 días de obra, lo que sitúa la finalización de los trabajos entre junio y julio del próximo año, siempre que no surjan contratiempos en el proceso.

Con esas fechas ya en agenda, Fernández insiste en que el regreso del trencito no debe interpretarse como una atracción añadida sino como una pieza clave en un proceso más amplio de recuperación del espacio público. Después de más de veinte años sin funcionar, el recorrido vuelve a integrarse al parque en una etapa donde San Juan parece replantearse qué significa habitar sus áreas verdes. “Esto no es sumar una atracción para la foto. Es recuperar algo que era parte de la vida de muchas familias y adaptarlo a la ciudad que somos hoy”, señaló al explicar que la reactivación del tren forma parte de la segunda etapa del Master Plan que impulsa el Gobierno.

Ese regreso implica una transformación profunda. El trencito será completamente eléctrico, con una locomotora alimentada por baterías de litio y cuatro vagones con capacidad para 16 pasajeros. Toda la infraestructura será reconstruida: vías, andén, pérgola y estación, que volverá a funcionar como punto de permanencia. También se incorporarán barreras de seguridad en los cruces peatonales —un sector históricamente conflictivo— y sensores que permitirán reducir riesgos durante el recorrido. Incluso el túnel, uno de los elementos más cargados de memoria colectiva, será restaurado e iluminado como parte de esta actualización. “El túnel no es solo estructura, es identidad”, dijo Fernández, reforzando el sentido simbólico de la obra.

Mientras tanto, el lago recibirá una intervención igual de extensa. El espacio será vaciado para permitir la restauración de sus bordes, los veredines y los accesos, y se incorporará nuevo mobiliario urbano, bebederos e iluminación. Dentro de ese paquete también se enmarca uno de los trabajos más esperados del parque: el puente peatonal de hormigón, cuya construcción está sujeta al mismo plazo de ejecución que el tren y que permitirá unir ambos laterales del lago con un recorrido más fluido y contemplativo. Respecto a posibles embarcaciones recreativas, la funcionaria explicó que esa discusión se dará recién cuando el espacio esté finalizado: “Primero hay que terminar la intervención y tener el lugar funcionando; después se verá si tiene sentido sumar botes o pedales”.

Otra parte del proyecto incluye la construcción de nuevos sanitarios, ya que los actuales presentan un deterioro avanzado. Serán diseñados con criterios de accesibilidad, durabilidad y seguridad, y contemplarán espacios para varones, mujeres y personas con discapacidad. Aunque Fernández admitió que siempre existe riesgo de vandalismo, aclaró que el objetivo es promover una lógica de cuidado colectivo: “Esto es para todos, y necesitamos que se cuide como tal”.

Detrás de cada decisión aparece una lectura más amplia sobre cómo cambió la dinámica urbana en los últimos años. El Parque de Mayo dejó de ser solo un espacio de fin de semana para transformarse en un ámbito cotidiano: corredores que entrenan al amanecer, familias que almuerzan al aire libre, estudiantes que lo atraviesan entre facultades, vecinos que lo usan como lugar de paso o de descanso. En una ciudad que se densifica, el parque ha terminado por condensar naturaleza, memoria, circulación y encuentro.

Respecto a la confitería prevista en el Masterplan, Fernández explicó que todavía no hay un punto definido para su construcción y que la ubicación está en evaluación en relación con otros sectores del proyecto. A diferencia del trencito y del puente, no cuenta con plazos ni fecha estimada de inicio.

El sentido del proyecto, según la subsecretaria, está ligado a una idea de continuidad: que la memoria vuelva a tener un lugar activo en el presente. “Queremos que el parque se viva todos los días, no solo se visite. Que los chicos vuelvan a tener ese paseo que para muchos de nosotros fue parte de crecer en San Juan”, expresó. Con fechas ya fijadas y un cronograma claro, el regreso del trencito aparece no solo como una obra, sino como una señal de que el Parque de Mayo está entrando en una nueva etapa.

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