La victoria del oficialismo fue recibida con alivio en los mercados y el dólar tuvo una reacción contenida. Sin embargo, el comportamiento de la divisa en los próximos días dependerá de señales fiscales, reservas y del rol del Banco Central.
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La reacción inicial de los mercados tras el triunfo del oficialismo fue más tranquila de lo que muchos analistas habían anticipado. No hubo corridas, no hubo saltos bruscos en los dólares paralelos y, de hecho, bonos y acciones vinculadas a Argentina mostraron mejoras en las primeras jornadas post electorales. Según explicó el economista sanjuanino Martín Calderón, egresado de la UNSJ y consultor financiero, la respuesta se entiende a partir de la percepción de estabilidad política. “La elección despejó una duda: el Gobierno mantiene capacidad de conducción. Eso, en el lenguaje de los mercados, significa menos riesgo inmediato”, sostuvo.
Calderón explicó que la reacción no responde únicamente a entusiasmo, sino a alivio. “En las semanas previas se había acumulado mucha cobertura cambiaria, mucha gente y empresas se habían dolarizado por precaución. Cuando el resultado no trajo sorpresas ni grietas adicionales, parte de esa presión se relajó”, señaló. Según el economista, este comportamiento puede sostenerse, aunque no necesariamente de forma lineal. “Los días que siguen a una elección suelen estar dominados por expectativas. La clave ahora es cómo se comuniquen y se ejecuten las decisiones económicas”, indicó.
Consultado sobre qué puede ocurrir con el dólar en los próximos días, Calderón advirtió que la reacción positiva inicial no garantiza estabilidad permanente. “Es posible que veamos jornadas de calma y, luego, movimientos puntuales en los dólares paralelos. No estamos en una situación de abundancia de reservas, y eso siempre deja una puerta abierta a la volatilidad”, dijo. Sin embargo, señaló que hay un factor diferencial respecto a otros procesos electorales recientes: “El mercado no está esperando una devaluación brusca en lo inmediato. Por el contrario, está mirando señales de continuidad administrativa y manejo prudente del tipo de cambio”.
El consultor explicó que, si el Banco Central sostiene intervenciones ordenadas y evita movimientos sorpresivos, el tipo de cambio podría mantenerse estable durante las próximas semanas. “Si el Gobierno refuerza la idea de previsibilidad y si las reservas se estabilizan, no hay razones técnicas para un salto cambiario ahora mismo. Lo que domina hoy es el comportamiento de la confianza, y esa confianza, aunque frágil, mejoró”.
Sin embargo, aclaró que la calma cambiaria no se traduce automáticamente en mejoras en el poder adquisitivo o baja inmediata de la inflación. “La inflación viene por arrastre y por inercia. Lo que cambia ahora es el clima de expectativas. Si el Gobierno logra transmitir que se mantiene el rumbo, la inflación puede desacelerar un poco más adelante, pero eso va a requerir tiempo”.
Finalmente, Calderón marcó el punto político detrás del económico. “Los mercados no votan, pero reaccionan. Lo que hicieron ahora fue interpretar que no hay un riesgo de ruptura en la conducción del país. Si el Gobierno administra con consistencia fiscal y logra reforzar reservas, la estabilidad cambiaria puede sostenerse. Si no, la calma será solo una pausa”.
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El escrutinio definitivo finalizó este miércoles.
