Apertura del cepo: comienza el rastreo de dólares y fondos de inversión

El equipo de Prat-Gay también comenzó a explorar recursos de organismos y países. El objetivo es obtener los recursos cuanto antes para cumplir con una de las principales promesas del presidente electo, Mauricio Macri.

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Alfonso Prat Gay, futuro ministro de Hacienda y Finanzas.

Con la prioridad de abrir el cepo lo antes posible, el nuevo equipo económico comenzó a establecer contactos con bancos internacionales y fondos de inversión para recomponer las reservas del Banco Central.

Ayer se analizó si parte del equipo que lidera Alfonso Prat-Gay viajará a Nueva York o si ejecutivos extranjeros llegarán al país; pero el objetivo es obtener los recursos cuanto antes para cumplir con una de las principales promesas del presidente electo, Mauricio Macri.

Los diálogos fueron telefónicos y el ministro por ahora no tiene decidido viajar al exterior. "No hoy (por ayer) ni mañana, pero esto se resuelve día a día", comentó una fuente cercana al economista que se hará cargo de la cartera de Hacienda y Finanzas.

Ayer, Prat-Gay mantuvo reuniones en la oficinas del fondo Tilton, tras participar de un almuerzo organizado por el radicalismo.

Junto a sus colaboradores, decidieron abrir un amplio espectro de posibilidades de financiamiento que pasan por créditos de bancos internacionales, préstamos bilaterales con otros países y con organismos multilaterales. Aunque a priori se descartaba la idea de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), no es una idea que se deje de lado totalmente.

Dos calificados analistas afirmaron que recurrir al FMI es sencillo financiera pero no políticamente para el nuevo gobierno. "Es una alternativa y las condicionalidades no son fuertes", expresó uno de ellos. "El Fondo está dispuesto, pero es difícil vender políticamente un programa con ellos en la Argentina", comentó el otro.

No hay urgencia ni en emitir deuda -antes habría que tener un paraguas legal por el conflicto con los fondos buitre en Estados Unidos- ni en poner en marcha un nuevo blanqueo de capitales.

Por esta razón, la energía de los funcionarios designados está colocada en el contacto con bancos internacionales y fondos de inversión.

Al respecto, la fuente comentó que "al mercado le cayó bien el gabinete económico y ya saben lo que pretendemos hacer: normalizar la situación, aunque sin regalar nada". Respecto de las bajas registradas en los últimos días en los mercados, comentó que "se tomó conciencia de que más allá del triunfo del domingo, hay muchos temas para solucionar y además, de la difícil transición que hay por delante por la actitud hostil del Gobierno".

En este sentido, aclaró que no hubo contactos por parte del ministro de Economía, Axel Kicillof, para comenzar la transición, a diferencia de lo ocurrido en otras carteras.

De hecho, en la AFIP ayer hubo una nueva reunión entre Ricardo Echegaray y su sucesor, Alberto Abad.

A ciegas, el nuevo equipo económico intenta conocer la verdadera situación fiscal y del BCRA. "Hay que chequear cuál es la situación para levantar el cepo lo antes que se pueda, pero con los recursos para hacerlo. Lo bueno es que hay mucha predisposición del mercado para ayudar", comentó.

Un informe del estudio del economista Miguel Bein, principal asesor de Daniel Scioli, indicó que "en un mundo donde la liquidez sigue estando disponible, un nuevo gobierno tiene margen para empezar a acotar esa escasez de divisas, a través de un esquema para darle liquidez a las letras del BCRA y al swap de China, algún esquema de préstamo sindicado de bancos del exterior y/o mecanismos transitorios que aceleren la liquidación de la cosecha retenida, mientras se negocia políticamente la agenda para arreglar con los fondos buitre". Según se indicó, "el margen para levantar el cepo aunque sea sólo por los flujos (no por los stocks de deuda con importadores y utilidades), el primer día corre el riesgo de overshooting cambiario y/o de tasa de interés".

Bein estimó un dólar a $ 13,8 a fines de diciembre y de $ 14,8 para todo 2016, paritarias en torno al 28% y una suba del 350% en la tarifa eléctrica.

Fuente: La Nación