Avanza la histórica modernización del paraje de la Difunta Correa

La postal del paraje Difunta Correa está cambiando. A paso firme y con una planificación de largo alcance, el sitio de fe más popular de San Juan atraviesa un proceso de transformación estructural que abarca obras sanitarias, educativas, comerciales y viales. El desafío es doble: mejorar la experiencia de los miles de fieles que llegan cada año y, al mismo tiempo, fortalecer la infraestructura que sostiene a la comunidad que trabaja en torno al turismo.

El administrador del predio, Iván Kadi, confirmó que el proyecto apunta a elevar de manera significativa la capacidad operativa del paraje. “Estamos trabajando en todos los frentes. Queremos duplicar la cantidad de personas que visitan el lugar, y eso también significa generar más empleo”, explicó. Actualmente, Vallecito recibe entre 1,2 y 1,5 millones de personas por año.

Entre las principales obras se encuentran un nuevo centro de atención primaria, mejoras en los baños públicos –“de cuatro previstos, ya tenemos tres listos y uno en construcción”, detalló Kadi–, un nuevo estacionamiento con capacidad para 200 vehículos y la reorganización del sector comercial. Este último punto es clave, ya que se busca formalizar los espacios de venta sin perjudicar a quienes trabajan allí desde hace años. “La idea es reordenar sin que nadie pierda su lugar. Estamos ubicando mejor a los comerciantes y regularizando la situación”, aseguró.

También avanza la ampliación de la escuela local, que incorporará niveles inicial, primario y secundario. Según el administrador, la obra “estaría lista entre agosto y septiembre si se mantienen los tiempos actuales”. A ello se suma la construcción de un escenario para actividades culturales y religiosas, pensado especialmente para eventos de alta concurrencia como la Cabalgata de la Fe.

El plan de obras se desarrolla por etapas. La mayoría de las intervenciones en infraestructura básica estarán finalizadas este año, mientras que otras más complejas, como el centro de salud o algunos espacios comerciales, podrían concluirse durante 2025. “Esto es parte de una transformación profunda que va a tener un impacto muy positivo, tanto para los visitantes como para la comunidad que depende de esta actividad”, sintetizó Kadi.