Hallaron a un hombre sin vida y en avanzado estado de descomposición en su casa de Rawson

El silencio prolongado en una vivienda de calle Lemos, en Rawson, alertó a un vecino. No había señales de movimiento ni noticias de Wilson González, de 70 años, un hombre que vivía solo, sin celular, y con escaso contacto con el exterior. Al pasar frente a su casa, un olor penetrante lo llevó a llamar a la Policía. Cuando los agentes ingresaron, se encontraron con una escena desoladora: González yacía muerto sobre su cama, en avanzado estado de descomposición.

El caso movilizó a la Unidad Fiscal de Delitos Especiales durante la tarde del domingo. En el lugar trabajó la ayudante fiscal Gemma Cabrera, acompañada de personal forense y efectivos policiales. Según los primeros informes, González habría muerto por causas naturales y su cuerpo llevaba entre tres y cinco días sin vida al momento del hallazgo.

Aunque el hecho causó impacto, no hay indicios de criminalidad. La médica legista que examinó el cuerpo informó que no se encontraron signos de violencia. Tampoco se detectaron rastros que hicieran pensar en una muerte traumática. Todo apunta a una descompensación causada por su delicado estado de salud.

González era paciente de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y utilizaba un respirador artificial. La escena que encontró la Policía confirmó ese cuadro: en su habitación había un concentrador de oxígeno en funcionamiento, un tubo vacío en la cocina, y varios medicamentos vinculados a patologías respiratorias y cardiovasculares.

Hacía años que vivía solo. Divorciado y con sus hijos radicados en Santiago del Estero, no tenía red de contención cercana. La falta de un celular hacía casi imposible comunicarse con él. Esa combinación de aislamiento y enfermedad probablemente contribuyó a que su fallecimiento pasara inadvertido durante varios días.